La entrevista comenzó con Recalde contando su modelo de gestión como presidente de Aerolíneas Argentinas. “La eficiencia económica es lo primero, como primer objetivo tenemos la necesidad de cubrir un servicio público que llega a todo el país, tenemos como primer objetivo la rentabilidad social”.
Hizo hincapié en la necesidad de forjar un proyecto para “combatir a la derecha”, dándole un guiño a Randazzo y delimitándose de Scioli. Intenta aparecer como un antagónico al macrismo, pero toda su diferenciación se basa en oponer el supuesto modelo exitoso de gestión estatal frente a los planteos filo privatizadores del PRO.
Recalde recurre nuevamente a la impostura del relato, al igual que los neoliberales, basa la gestión de Aerolíneas en la tercerización laboral, al igual que en el menemismo las sospechas de corrupción abundan sobre la línea de bandera, al igual que su compañero del FpV, Sergio Berni, recurre a la PSA para reprimir los reclamos de los trabajadores precarios.
La "exitosa" gestión de Recalde se basa en la rentabilidad lograda de los “Duty Free Shop”, de los viajes a todos los rincones del mundo y de los generosos subsidios del Ejecutivo. Pero de lo que se puede “jactar” el candidato camporista es de la precarización de miles de trabajadores tercerizados. Se calcula que 5 mil trabajadores están trabajando en condiciones precarias en los aeropuertos del país.
Durante la entrevista el candidato a Jefe de Gobierno por el FpV dijo que: “La Cámpora no esta a la sombra de un gobierno y que, nació como consecuencia de un proyecto político. El primer momento de fortaleza de esta nueva generación fue con el conflicto del 2008. Nos hicimos más fuertes cuando murió Néstor, después del 2015 va a seguir estando y si le toca gobernar a otro va a estar con más fuerza”.
Aunque miles de jóvenes apoyan y militan día a día con su compromiso en La Cámpora, el proyecto de sus dirigentes ha sido el de cubrir puestos de burócratas del Estado, y de la mano de Kicillof pagar al Club de París, indemnizar a Repsol, entregar Vaca Muerta a Chevron y poner techos a los salarios de los trabajadores, para garantizar la rentabilidad de las patronales.
El kirchnerismo promete enfrentar a la derecha oponiendo a la gestión privada el estatismo precarizador del empleo y garante de los intereses empresarios. Lo único claramente a la izquierda capaz de oponer una salida a los planteos de la derecha conservadora es el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, que logró casi duplicarse con respecto a las últimas elecciones ejecutivas del 2011. Y que, a diferencia del cogobierno con la derecha que ofrece el kirchnerismo, levanta un claro programa anticapitalista y de lucha de la clase trabajadora contra la derecha empresarial y el gobierno nacional. |