Las y los trabajadores de la salud han estado en primera línea en la pandemia, con turnos extenuantes, contagiando a sus familias, algunos incluso han muerto por la exposición que significó cumplir el rol de enfrentar la pandemia sin los medios necesarios. El gobierno entregó insumos tardíamente, contrató más personal con condiciones precarias, tampoco cuidó la salud mental promoviendo los espacios de descanso necesarios. Fue solo con la exigencia y movilización de sectores de base que pudieron recibir tardíamente el acceso a insumos como mascarillas de calidad. Mientras a la policía le entregaron Bonos COVID, a los trabajadores de la salud le dieron aplausos.
Hoy diferentes gremios han anunciado convocatorias a movilización tanto en el sector primario como en los hospitales. Dirigentes de todos los gremios se reunieron fuera del Ministerio de Salud y lugares de trabajo reclamando demandas como el bono COVID y el bono de satisfacción usuaria tramo 1. En el Hospital de Antofagasta se movilizaron además un importante sector de trabajadores base pese a que las federaciones no prepararon activamente la jornada de movilización del día de hoy.
¿Qué pasaría si las federaciones convocaran a asambleas donde se pudiera preparar con trabajadores de base de la salud las jornadas de movilización y un gran paro nacional?, ¿Qué pasaría si se buscarán asambleas y coordinacion con usuarios y organizaciones de los territorios? Las y los trabajadores de la salud cuentan con un enorme reconocimiento del conjunto de la población además de experiencia de lucha y organización como vimos en la rebelión y con las brigadas de salud, sin duda sus exigencias serán acompañadas y defendidas por millones.
Es necesario preparar un plan de lucha nacional para conquistar demandas tan sentidas como el Bono COVID ligándolo a la pelea nacional por un sistema de salud único, nacional y gestionado por las y los trabajadores, el fin al trabajo precario e inestable como son los honorarios y suplencias. Para eso hay que impulsar un plan de lucha que permita la más amplia unidad de base de todas y todos los trabajadores de salud de atención primaria, hospitales, sector público, privado, que integre asambleas en todos los hospitales y centros de atención primaria, usuarios y donde los organismos de la salud desde la CUT, la confusam, la fentess, la fenpruss, la fenacoor, la fenats nacional, la Confenats, entre otras, aseguren que no hayan descuentos ni despidos hacia quienes se sumen a la organización y lucha por sus justas demandas, denunciando el autoritarismo de directores y autoridades de centros de salud.
La salud ha sido una demanda fundamental antes, durante y después de la revuelta. Y el actual proceso constitucional no asegura un cambio sistémico en su organización, carácter y financiamiento, por el contrario se ha reducido el presupuesto destinado a salud pese a la pandemia con un recorte de 3,3% respecto al presupuesto del 2020.
La única manera de acabar con la herencia pinochetista es con organización, fortaleciendo la discusión y acción de las y los trabajadores, utilizando métodos de democracia directa, esto es, fortalecer la organización de las bases de la salud que integre en la decisión y discusión a delegados de diferentes servicios convocando a asambleas generales para tomar las decisiones claves, como lo podría ser la convocatoria a un plan de lucha o a un paro nacional. Solo así podremos conquistar un sistema de salud único y una asamblea constituyente libre y soberana que no esté hecha a la medida de los empresarios si no de nuestros intereses. |