El problema de la tierra para vivir está extendido en el país, y en distintos puntos de Rosario también la lucha por el derecho a la vivienda se fortalece frente a las amenazas de desalojo.
Desde La Izquierda Diario nos acercamos al barrio La Cariñosa, que el pasado lunes, en una audiencia convocada por la jueza Cecilia Camaña, ante la orden de desalojo que se había presentado, con los representantes de los vecinos de La Cariñosa y el empresario automotor Armin Reutemann, quien se atribuye esos terrenos, llegaron a un cuarto intermedio de 180 días, donde la justicia realizara un censo sobre las familias de Lamadrid y Circunvalación.
La semana pasada, tras el brutal desalojo en Guernica llevado adelante por el gobierno del Frente de Todos, las familias de La Cariñosa se enteraron de la reactivación de una orden de desalojo sobre el barrio que tiene alrededor de 500 familias en zona sur y que están viviendo allí hace más de 40 años. Sin agua potable, luz ni cloacas, estas familias se organizan con 6 comedores en el barrio para atender a las necesidades de los vecinos.
El problema de la tierra para vivir está extendido en el país en general y, por supuesto, en distintos puntos de Rosario. Las vecinas de las tomas de Magaldi y Benteveo en la zona oeste de Rosario están en la pelea por el derecho a la vivienda y llaman a una movilización a las 17.30 en la Gobernación hoy por la tarde.