Este viernes la gigantesca cadena Walmart anunció que se retira de la Argentina. No explicó los motivos ni dio argumentos. Tampoco intentó demostrar una crisis en las ventas. Simplemente anunció que vende su negocio.
En el comunicado que difundió la enorme multinacional se señala que “Walmart Inc. -Walmart- ha acordado vender su negocio en Argentina al Grupo de Narváez, un grupo Latinoamericano. Los nuevos propietarios, que cuentan con operaciones minoristas en Argentina, Ecuador y Uruguay, aportarán una sólida experiencia local que impulsará el crecimiento de la empresa”.
El grupo empresario que se quedará con los supermercados le pertenece a la familia de Francisco De Narváez, el ex diputado nacional que fue aliado de Macri y del peronismo en 2009. El grupo tuvo la propiedad de de los supermercados Casa Tía durante décadas.
Walmart es uno de los grupos empresarios más grandes del mundo. Este tipo de operaciones comerciales suelen ser utilizadas como una forma de intentar chantajear a sectores de la clase trabajadora. El objetivo de las patronales es siempre reducir salarios o precarizar condiciones laborales. Hay que recordar hace unos meses cuando se dio un debate alrededor de la empresa Falabella. Un debate luego utilizado por otros sectores empresarios para pedir más ajuste de las condiciones laborales.
Walmart es, además, ampliamente conocida por sus prácticas anti-sindicales, que implican la persecución lisa y llana de los trabajadores y trabajadoras que quieren organizarse contra las precarias condiciones laborales. | 
