Durante octubre, informó el INE, "destacaron las alzas de alimentos y bebidas no alcohólicas, y vestuario y calzado, y la disminución de salud".
Esta sorpresiva y alta inflación representa malas noticias para quienes tienen créditos de consumo o hipotecarios, ya que la Unidad de Fomento (UF) subirá 202 pesos durante el mes en curso, para alcanzar un valor récord cercano a los 29.000 pesos. Y es una mala noticia para lo más de 8 millones de trabajadores asalariados que han mantenido los mismos sueldos durante toda la pandemia.
Pese a esta "mala noticia", en los números generales, Chile tiene "una inflación baja, controlada y estable", dijo a Cooperativa el ministro de economía Ignacio Briones, el mismo ministro increpado en la calle por analizar los datos de las personas que retiraron el 10% de los fondos de AFP con la intención de evitar un segundo retiro.
Briones minorizando el problema de millones de trabajadores
En conversación con El Diario de Cooperativa, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, comentó que "naturalmente es una mala noticia cuando el IPC es alto, porque encarece el valor de la canasta de bienes que consumen los chilenos".
"Uno siempre quiere tener IPC bajos, dentro del rango que fija el Banco Central", indicó.
Sin embargo, "pese a la cifra, nosotros tenemos la ventura de tener un Banco Central extremadamente profesional, con altos niveles de autonomía, que ha demostrado hacer la pega, y hoy día podemos decir con tranquilidad que la inflación está dentro de los rangos que define la autoridad, está bajo el 3 por ciento" y, en números generales, Chile tiene "una inflación baja, controlada y estable".
A su vez, su par de Agricultura, Antonio Walker, subrayó que "en los primeros días de noviembre hemos visto una baja en los precios, por ejemplo, del tomate, que están en alrededor de 1.500 pesos, cuando en septiembre costaban 2.000 pesos", lo que sería un indicio de buenas noticias para fin de año.
"Creemos que, como viene la cosecha, como viene la temporada de hortalizas, de verduras y frutas, los precios van a ir disminuyendo", adelantó el ministro.
Las canastas al alza
El INE detalló que, en el décimo mes del año, ocho de las 12 divisiones que conforman la canasta del IPC aportaron incidencias positivas en la variación mensual del índice, tres presentaron incidencias negativas y una registró nula incidencia.
Entre las divisiones con aumentos en sus precios destacó "alimentos y bebidas no alcohólicas" (0,6 por ciento), con 0,119 puntos porcentuales (pp.), y "vestuario y calzado" (3,6 por ciento) con 0,118 pp. Las restantes divisiones que influyeron positivamente contribuyeron con 0,459 pp., en conjunto, explicó el Instituto.
Desconfinamiento, aumento de gasto y reactivación
Sobre los factores que han incidido en esta mayor inflación según los economistas están el desconfinamiento y la reactivación que ha ido teniendo lentamente la economía, al menos con caídas menores respecto a los meses precedentes.
"Esto tiene que ver con un aumento del gasto, de la reactivación, el aumento en el desconfinamiento, y eso empuja que la demanda agregada, y también por alimentos, crezca, y eso lleva a parámetros más menos normales", expuso Francisco Aravena, director del Centro de Economía Aplicada de la Universidad San Sebastián.
"Lo que pasa -complementó- es que hemos estado en una situación incluso de deflación en algunos momentos. Lo que está pasando es que estamos volviendo, de cierta forma, a una mediana normalidad que ha llevado a que se reactive la economía y la demanda se incremente, y eso ha empujado también la inflación".
Basta de sueldos de hambre y desempleo
El aumento del consumo, que explica episodicamente el aumento de la inflación, no es señal de una mejora económica. Más bien es el resultado del uso de los fondos de ahorro de los trabajadores y el Estado (en el caso del IFE y el seguro de cesantía) y de sus pensiones (en el caso del retiro del 10%). Es decir, no hay generación significativa del empleo y lo que es peor, el gobierno fiel a su postura capitalista neoliberal, sostiene que es "el mercado" el que fija los precios. Esta lógica perjudica a la clase trabajadora. El gobierno aumentó en tan solo 6 mil pesos el sueldo mínimo y la realidad es que aún se mantienen cerca de 2 millones de desempleados. Según los últimos índices de empleo, se cree que solo 100.000 nuevos puestos de trabajo han sido creados desde el lanzamiento de la política de subsidios a los empresarios.
El gobierno es responsable de la crisis económica y como esta ha sido descargada sobre los trabajadores. Debemos decir basta. Es urgente un plan de emergencia impulsado por los trabajadores y sus sindicatos que contemple medidas como: -aumento del sueldo mínimo al valor de una canasta básica (superior a los 500 mil pesos), -la prohibición del despido, -el reparto de las horas de trabajo entre ocupados y desocupados, sin rebaja de sueldo y con rebaja de jornada laboral, y -una política de control de precios en donde participen los sindicatos y organizaciones sociales vecinales. Durante toda la pandemia los capitalistas se han beneficiado, es hora de que ellos paguen la crisis. La condición de los trabajadores empeora, es urgente que la CUT y otros sindicatos grandes convoquen a movilizaciones contra el gobierno del hambre y la represión. |
