Todos los hechos tienen sentido cuando son percibidos por el pensamiento, aunque parezcan absurdos, incoherentes con los preceptos ideológicos imperantes, aunque se corten o enrosquen o se ramifiquen en arterias mórbidas y pálidas, o ardan como el fuego, o se eleven o se hundan. (Ever Román, Resistencia)
Hay ciertos lugares del planeta en los que la realidad carece de realismo, incluso mágico. En uno de estos sitios transcurre la novela Resistencia, del escritor paraguayo Ever Román. Como premonición, el libro arranca con una cita de Elías Canetti, “los buenos viajeros son despiadados” y así, despiadadamente, se narra el viaje de Eduvigis desde el bar que lo tiene de empleado hasta la Ciudad de la Resistencia.
Movimiento que atraviesa la frontera entre dos países para convertir todo territorio en una (trans) frontera sin fin: límite difuso entre sueño y vigilia, razón y alucinación, civilización y barbarie, sexualidad y conquista, “hacer y no hacer”. Tierra que hace imposible el tiempo lineal, tierra donde pasado y presente suceden en simultáneo y exponen fetos, enfermedades y herramientas en un “museo del hombre”, “antes y después del hombre”. Así también la narración muta caprichosa del pasado al presente y expone su artificio con frases directas del narrador que aclara, pide disculpas o confiesa no saber.
No se sabe cuantas veces fue y volvió Eduvigis, que siempre va y siempre vuelve (“¿Cuál sería la diferencia?”) a esa tierra donde los caballos conducen como desquiciados, las esculturas no se deciden entre ser cíclope, pollo o mono, los parroquianos esnifan polvo de naftalina, los curas rezan con una estatuilla de Juan Bautista incrustada en el trasero, los burritos montan a las personas y los policías duermen con la cabeza metida en un balde, se rascan la panza contra el suelo (“como cerdos”) y no se despiertan ante disparos y fuga.
Narración irreverente, ni del todo fantástica ni del todo realista, evita caer en los lugares comunes del “color local”. Para que no queden dudas de que la extrañeza no es patrimonio exclusivo de la frontera, el viaje de Eduvigis se verá interrumpido por la historia del soprano más gordo del mundo, que terminará por ser el soprano más liviano del mundo y viajará, él también, por los intersticios ilógicos del Teatro Colón y la Capital Federal.
Sobre el autor
Ever Román nació en 1981 en Mariscal Estigarribia, Paraguay. Estudió periodismo en la Universidad Nacional de Asunción y cine en la Universidad de las Artes de Buenos Aires. Actualmente vive en Haedo y dirige con Diego Brixton y Martín Méndez el ciclo de lectura Literapunk en Buenos Aires (este año interrumpido debido a la cuarentena). Publicó los libros de cuentos Son Osobuco (Buenos Aires, 2011) y Falsete (Asunción, 2015) y la novela Serenos en la noche (Rosario, 2018). Resistencia es su cuarto libro, editado por EDUVIN en la colección de narrativa latinoamericana. |