En los inscritos nuevos entre la primera vuelta de 2017 y el plebiscito, en el rango de menores de 30 años, el aumento de participación habría pasado de un 34,9% a un 55,2%. Mientras que en el rango de entre 30 y 50 años, este aumento habría sido desde un 28,2% a un 50,3%.
Además, el grupo con mayor participación sería el de inscritos antiguos de entre 30 y 50 años, que llegó al 68,7% de participación aumentando casi 10 puntos porcentuales respecto del 2017, año en el cual el grupo de mayor participación estuvo en los inscritos antiguos pero en el rango de 50 a 70 años, con una participación del 64%.
Además, el análisis observa regiones como la Metropolitana, donde la mayor participación se dio en los inscritos antiguos de entre 30 a 50 años llegando al 79% de participación.
Sin duda hubo un aumento de participación de parte de les jóvenes y también de sectores etarios de trabajadores y trabajadoras, si tomamos el aumento de participación percibido en los rangos etarios menores a 30 y de 30 a 50 años.
Respecto de la votación por el apruebo, esta habría sido la opción votada por un 80,8% de los participantes de la elección de hasta 30 años, versus un 19% que habría votado rechazo. A diferencia de los mayores de 70 donde habrían votado apruebo un 53% y rechazo un 48%.
Así también se observaba un posible efecto de la pandemia, que es la baja de participación en los mayores, donde el rango de mayores de 70 pasó de un 57,3% de participación, a un 29,8%, descendiendo en más de 27 puntos. Mientras que en el rango de 50 a 70 años la baja habría sido de 7 puntos, pasando de un 64% a un 57,3%.
En palabras del texto de Unholster “Si ambos grupos hubieran tenido la misma participación que en la primera vuelta de 2017, se habría llegado a 8,2 millones de votos y 55,3%, casi 5 puntos más que la participación de 50,9% que hubo”. |