A pocos días de haber asumido, sale al descubierto la táctica de Piñera y Larroulet en poner al nuevo ministro del Interior. A Delgado, militante de la UDI, le asignaron un bajo perfil en el cargo, para que en el puesto logre darle al gobierno la ansiada estabilidad política. |
Tras una suma de ministros del Interior que han pasado con deplorables resultados y cargando con gran cantidad de casos que confirman la existencia de delitos de lesa humanidad, Cristián Larroulet puso hace diez días a Rodrigo Delgado, ex edil de Estación Central, un personaje supuestamente impoluto, del sagrado mundo de los alcaldes, quien a sus debe ser la persona que pueda dar estabilidad, a la estructura del Ejecutivo, para poder llegar a ese tan lejano marzo de 2022.
En este intento sin épica, busca hacer algo similar que intentaron con Gonzalo Blumel, alguien de bajo perfil que en ocasiones tuvo una voz disidente, es relativamente joven respecto a los dinosaurios de la derecha, pero en este caso parte del partido que ganó la interna del cargo. Puesto que todos los Darth Vader caídos desde el inicio de la revuelta demuestran los flancos que tiene abiertos Piñera, pues todos ellos fueron sacados en plena pugna con la calle, el Congreso y en el caso de Blumel, con la UDI.
Su nula experiencia en este cargo, no solo le da virtud, sino que también cuenta con desventajas ante las pocas herramientas que le estarían entregando para resolver los desafíos represivos que permitan sostener al gobierno. Al menos, en La Araucanía, ya es claro que el subsecretario Galli tendrá un rol preponderante, recayendo en sí mismo las consecuencias de los actos institucionales contra el pueblo mapuche. En los días que lleva es evidente que le asignaron un bajo perfil mediático.
Si bien, los ministros, a pesar de la oposición formal del gobierno, han sido usados como chivos expiatorios de la responsabilidad del propio Sebastián Piñera, Mario Rozas y la casta política en general, una pronta salida de Delgado de la cartera de Interior, tendría al gobierno sin más cartuchos. Por lo que estando a la deriva a mar adentro solo les queda una plegaria porque el reloj de arena para que el crimen organizado propiciado por el llamado Estado de Chile, con más muertes y menos ojos continúe. |