El gobierno de Alberto Fernández negocia un nuevo acuerdo con el FMI. Martín Guzmán anticipó que solicitarán un préstamo de facilidades extendidas, un acuerdo más duro que un stand by que es el que negoció Macri, el plazo puede durar hasta 10 años, e incluye reformas estructurales como laboral, previsional y tributaria.
La Izquierda Diario conversó con Éric Toussaint, doctor en Ciencias Políticas y fundador del Comité para la abolición de las deudas ilegítimas (CADTM) sobre el nuevo acuerdo con el FMI. Toussaint es una de las personas que más estudió sobre el endeudamiento de los países en todo el mundo.
Estamos con una nueva misión del Fondo Monetario Internacional en la Argentina, luego del acuerdo que firmó Macri en 2018. Ahora el ministro de Economía, Martín Guzmán, propone hacer un acuerdo de Facilidades Extendidas. ¿Cómo ves esta situación? Seguís la economía mundial ¿cómo actúa el Fondo en otros lugares? ¿Qué opinión te merece?
El gobierno de Alberto Fernández sigue con la misma estrategia derrotista porque puede parecer muy inteligente negociar, establecer un diálogo, pero en realidad reconoce las obligaciones de Argentina con el FMI, no cuestiona el crédito que otorgó el FMI a Mauricio Macri, y eso es, fundamentalmente, errado va en contra de la estrategia que habría que adoptar para defender los intereses del pueblo argentino, de la nación argentina.
Se está pidiendo un nuevo crédito casi igual, creo que se habla de un poco menos de 50 mil millones de dólares, se pide un dinero para poder reembolsar cuando esa deuda contratada por Macri tiene la característica de una deuda odiosa, una deuda contratada contra el interés del pueblo argentino, contra el interés de la nación argentina. Los prestamistas, es decir el FMI, lo sabían perfectamente porque estaba bajo la presión de Trump para ayudar a su socio subalterno Mauricio Macri, que era un aliado muy dócil de Estados Unidos. Afortunadamente hay fuerzas sociales en Argentina que denuncian el carácter odioso, nulo e ilegítimo de ese crédito que otorgó el FMI.
Entonces lo que hubiese sido necesario para mí es no entrar en una nueva negociación, se puede dialogar con el FMI, pero denunciando el crédito anterior, denunciando el acuerdo anterior, es decir ese acuerdo se firmó bajo condiciones odiosas por lo tanto no hay ninguna obligación por parte del nuevo gobierno de asumir esas obligaciones internacionales.
Entonces esta visita del FMI precisa movilizaciones, concientización sobre realmente lo que es el FMI y explicar que el organismo no ha cambiado. Puede cambiar de imagen, ahora hay otra directora general del Fondo, es una mujer, los enviados dicen como siempre que van a tomar en cuenta la situación real del país, etc., pero fundamentalmente el FMI sigue con la misma voluntad de profundizar las reformas estructurales antisociales. Ellos tienen como un marcador y dicen en Argentina hemos logrado tal cantidad de puntos, de concesiones de los gobiernos previos, hemos ganado como FMI terreno en las privatizaciones, en el cambio del código laboral, o en el sistema de pensiones, entonces se adoptan objetivos en esta negociación con ese acuerdo queremos tal y tal punto de reformas estructurales para profundizar. Y eso, además, de contratar una deuda que no arregla nada, va a tener como consecuencias más y más presiones sobre el Gobierno para seguir con la agenda neoliberal privatizadora. Por eso la necesidad de movilizarse.
Ecuador recientemente firmó un acuerdo de Facilidades Extendidas, que es el mismo acuerdo que está solicitando Martín Guzmán en la actualidad para la Argentina. ¿En Grecia cómo funcionó este acuerdo que fue de las mismas características?
Grecia tuvo casi el mismo calendario. En el caso de Grecia, el país tomó prestado dinero del FMI en un acuerdo stand by, como hizo Macri en 2018, y dos años después en Grecia, es decir en 2012 dentro del marco de una reestructuración de deuda que ocurrió en marzo de 2012 se firmó un nuevo acuerdo, lo que se llamó Segundo Memorando con un acuerdo de facilidades extendidas, lo mismo que Guzmán está buscando, es decir que es un calendario que te muestra que la presión del FMI va a aumentar sobre las autoridades del país, el chantaje va a aumentar. Me parece fundamental, más allá del tema calendario de pagos, porque el cálculo de Guzmán y Alberto Fernández es pedir prestado un nuevo dinero que le permite hacer los pagos, postergando los nuevos pagos más allá creo de cuatros años y tener en total diez años para reembolsar. Es decir, postergar el calendario de pago, pero obligando al pueblo argentino al final a pagar la factura, quizás con otro gobierno y eso es injusto. No se puede aceptar tal lógica y cálculo político de parte de un Gobierno que pretende defender el interés de la Nación.
¿Qué significa el concepto de deuda odiosa y la posibilidad de su desconocimiento?
La deuda odiosa tiene que responder a dos criterios. El primer criterio es si la deuda ha sido contratada contra el interés de la Nación o del pueblo o del Estado o las tres. Es evidente que en el caso de la deuda contratada por Macri era en su propio interés, contra el interés del pueblo, y por lo tanto responde al primer criterio de una deuda odiosa.
El segundo criterio dice que los que prestaron el dinero no pueden demostrar que no podían saber que el dinero prestado iba a servir intereses contrarios al pueblo. En el caso del crédito del FMI es muy claro que el Fondo otorgó ese crédito a Macri sabiendo perfectamente que la deuda sería insostenible, y se confirmó, que era un crédito antes de un año electoral por razones puramente políticas de apoyar a un gobierno dócil con el FMI, con Washington y con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y las condiciones de reembolso fueron fijadas directamente por el organismo, es decir es claro que el FMI es culpable, no puede decir que no sabía para qué iba a servir el dinero, etc.
En el caso de Islandia en 2008 el Gobierno obtuvo del FMI a cambio de un crédito el poder de aplicar un control total para evitar la fuga de capitales, es muy recomendable esto de implementar de verdad, no sobre los pequeños o sobre las familias que tienen que hacer transferencias totalmente razonables a miembros de su familia o recibir ayuda del exterior. Hablo de fuga de capitales, es decir de grandes masas que son transferidas por los ricos por las grandes empresas, por los especuladores y eso se tiene que combatir totalmente protegiendo el derecho de los argentinos de seguir recibiendo y mandando dinero hacia el exterior cuando es en cantidad totalmente razonable y justificable por la vida de sus familiares.
El último punto es que no hay que olvidar el tema de la pandemia. En una situación de choque externo, es decir una pandemia que viene del exterior, que provoca una crisis sanitaria de un país y añadiendo el choque exterior que es la crisis económica mundial, allí no se necesita el criterio de la deuda odiosa es el criterio de la fuerza mayor, el criterio del estado de necesidad, y de cambios fundamentales de circunstancias.
Estos tres principios de derecho internacional hacen que la ejecución de un contrato internacional puede ser suspendido si hay un cambio fundamental de circunstancias, si el Estado está en estado de necesidad, es decir que necesita todo el dinero disponible para combatir los efectos de este tipo de crisis, ayudar a su población, y, claro que hay que hacer grandes gastos para proteger a la población.
Yo estoy en Bélgica y estamos en medio de la segunda ola. Bélgica supera los 13 mil muertos, supera a Perú en el número de muertos por habitantes, y puedo decir que esta segunda ola va a tener consecuencias trágicas si no se combate de manera adecuada por gobiernos como el de Argentina, Ecuador o México donde la situación es dramática.
Me refiero a México porque es un gobierno como el gobierno de Alberto Fernández, que se pretende como un gobierno en favor del pueblo, un gobierno del cambio, soberano, pero en realidad hay mucha similitud entre lo que hace Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, y Alberto Fernández, no adoptan posiciones fundamentalmente diferente respecto de los gobiernos anteriores cuando se trata de pagar deuda y satisfacer las exigencias de los acreedores en lugar de dar prioridad a su población.
En Argentina, el Gobierno es uno de los que menos gastó en la región para atender la emergencia del coronavirus, incluso detrás de varios gobiernos derechistas como el de Brasil o el de Chile. Estamos en una intensa campaña para rechazar el acuerdo con el FMI a favor del desconocimiento soberano.
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