En continuidad con la información dada a conocer ayer en conferencia de prensa por el secretario de Relaciones Exteriores, hoy Marcelo Ebrard estuvo en la mañanera para seguir tratando el caso Cienfuegos.
El canciller se refirió a los principales hechos y diálogos entre autoridades mexicanas y estadounidenses a partir de la detención del ex secretario de la Defensa Nacional.
Luego de la detención de Salvador Cienfuegos el pasado 15 de octubre, en el aeropuerto de Los Ángeles, California, la cancillería mexicana expresa su inconformidad al gobierno de Estados Unidos por la falta de información al gobierno mexicano sobre las investigaciones que estaban llevando a cabo al ex secretario.
Tras un proceso de intercambios diplomáticos, envíos de documentos y el involucramiento de la Fiscalía General de la República (FGR), el 11 de noviembre el gobierno mexicano recibe las evidencias del caso contra el General Cienfuegos.
Finalmente, el 17 de noviembre la FGR y la Fiscalía de Estados Unidos emiten un comunicado conjunto solicitando a la juez que lleva el caso de Cienfuegos la desestimación de los cargos presentados contra el general retirado para que, bajo custodia del U.S. Marshals Service, sea trasladado a México y puesto a disposición de las autoridades mexicanas.
Al retirársele los cargos en Estados Unidos -y en tanto no se gire en México una orden aprehensión en su contra-, Cienfuegos estará formalmente en libertad.
Al parecer, la juez que recibió la solicitud dará hoy su respuesta.
Presentado todo como un respuesta positiva de Estados Unidos a partir de una confianza mutua y una relación entre iguales, lo que queda invisibilizado son las consecuencias que ha tenido para México esta “cooperación” en materia de seguridad, como lo muestra la militarización del país con todas sus consecuencias.
Por otra parte, resulta al menos extraño que, a casi dos años de la 4T, no se hubieran iniciado investigaciones contra altos mandos del ejército, cuando reiteradamente esta institución ha sido señalada por sus vínculos con el narco, su participación en masacres como la de Tlatlaya y en crímenes como el de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Ahora que la FGR inició sus investigaciones contra Cienfuegos, sería increíble que se concluyera que el General actuó solo, sin colaboradores y cómplices, en la Sedena. |