Esta semana se realizaron las votaciones en la sección 15 de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) dónde se decidió aplazar por segunda vez el estallido de huelga en Interjet.
Según la dirección sindical el aplazamiento es para el 4 de diciembre y por una aplicación se votará el próximo 1 y 2 de diciembre si estallar la huelga o nuevamente aplazar.
Pese al emplazamiento a huelga y algunas acciones como el bloqueo de Circuito Bicentenario, la patronal continúa adeudando cuatro quincenas a cientos de trabajadores y prestaciones como vales de despensa.
En medio de una situación financiera compleja, la patronal de Interjet puede enfrentar una nueva complicación: las autoridades del sistema tributario pueden notificar a la patronal por el delito de fraude, ya que la empresa recaudó impuestos de clientes y empleados pero nunca los entrego al gobierno.
Según el gobierno, Interjet adeuda 6 mil 200 millones de pesos y su factura tributaria asciende a 2 mil 900 millones de pesos.
En medio de la pandemia ha habido millones de despidos avalados por la burocracia sindical traidora de la CTM y por la negativa de las centrales sindicales que se reclaman democráticas para romper la tregua con el gobierno.
La CTM viene avalando los despidos masivos y las rebajas salariales, imponiendo mano dura en sus gremios. Por eso no es extraño que en medio de una situación crítica como el adeudo de varias quincenas y prestaciones, la política sea conciliar con la empresa mientras el trabajador no tiene pan en su mesa.
El rol de la burocracia sindical de la CTM en todo conflicto es intervenir para evitar el desarrollo de la organización de los trabajadores y avalar toda medida de la patronal. Por eso en el marco de una dura situación para cientos de trabajadores de Interjet es necesario rodear de solidaridad a los trabajadores en lucha, cuestión que puede fortalecer la confianza en sus propias fuerzas y decidirse de manera contundente por el sí a la huelga, nuestras vidas valen más que sus ganancias. | 
