Las contradicciones entre lo dicho y lo hecho muestran la necesidad de un balance serio de la adaptación a un proyecto de colaboración de clases como el Frente Amplio, que hoy termina siendo parte del Gobierno capitalista de Perú.
Tras una semana de abierta crisis del régimen en Perú, Izquierda Socialista de Argentina publicó un artículo en el que presenta una visión que no se condice con los hechos sobre el accionar de su organización hermana en Perú, Uníos, y de su parlamentario, Enrique Fernández Chacón, que mantiene una banca en el Congreso que sigue siendo parte de la bancada del colaboracionista Frente Amplio, sin haber conformado un bloque independiente. Esto a pesar que Uníos anunció el 2 de noviembre su ruptura con el FA.
En el artículo titulado “Enrique Fernández Chacón sostuvo la independencia de clase ante la Vacancia y el nuevo gobierno de Sagasti”, el autor señala una serie de hechos para encubrir el verdadero accionar de Chacón en la votación que destituyó a Vizcarra y llevó al poder al odiado Manuel Merino, como así también a la resolución posterior que terminó llevando al centroderechista Francisco Sagasti a la presidencia del país. Veamos.
El autor de la nota señala que “Desde el Partido de los Trabajadores UNÍOS y nuestro compañero diputado Enrique Fernández Chacón, votamos a favor de la vacancia desde una perspectiva independiente, de la clase trabajadora (...) Así lo manifestó Enrique Fernández Chacón en su sustentación de voto por escrito ante la vacancia”.
Por supuesto el autor no se molesta en decir dónde salió o cuánta gente se enteró de ese escrito “clasista” que no tiene nada que ver con la actuación real de Chacón. Una búsqueda rápida en google arroja que el escrito del que hablan solo existe en la página de Izquierda Socialista y Uníos, y en el Facebook de Fernández Chacón, compartido por tan solo 30 personas.
Esta afirmación no se condice en lo más mínimo con lo actuado en el recinto, donde Fernández Chacón se limitó a votar a favor de la destitución del expresidente Martín Vizcarra sin emitir una sola opinión al respecto. Tampoco lo hizo ante los medios.
Muy lejos de una posición “desde una perspectiva independiente y de la clase trabajadora”, durante la argumentación de la jornada previa a la vacancia de Vizcarra, Fernández Chacón se limitó a hacer un alegato moral sobre la corrupción: “desde el Frente Amplio siempre hemos tenido la política de declararle la guerra a la corrupción”, para luego aclarar que con esta votación “estamos haciendo solo nuestro trabajo. Nuestro trabajo encomendado por la ciudadanía es que somos fiscalizadores”.
Pero no solo eso. Cuando salió del Parlamento, Chacón apareció ante las cámaras junto a miembros de la bancada del Frente Amplio en la que se enfatizó que la votación fue “por un fin principista, en la lucha inclaudicable ante la corrupción”. Allí, en la calle, ante las cámaras, Chacón tampoco dijo una sola palabra en el sentido de una “política independiente” ni “de la clase trabajadora”, solo dijo que se iban “a mantener vigilantes para que se mantenga el acuerdo electoral y la convocatoria a elecciones [de 2021]”. Ni una palabra de una Asamblea Constituyente libre y soberana. Además, lo cierto es que una posición independiente de los campos burgueses en disputa implicaba la abstención y no el voto favorable a la destitución por “incapacidad moral permanente” a Vizcarra. Así, Chacón se sumó a la trampa de las elecciones para el año que viene y actuó en común con la mayoría de la bancada del Frente Amplio, aceptando sus fundamentos.
En los días siguientes, Chacón mantuvo esta posición de unidad con la bancada del Frente Amplio. Tras la caída de Merino, en medio de una brutal represión a las protestas callejeras, se puso en marcha un plan de negociaciones entre las distintas bancadas del Congreso, para buscar una solución de consenso que les permita elegir un nuevo presidente, manteniendo intacto el régimen fujimorista del 93. Es así que en la noche del domingo 15 de noviembre el Frente Amplio llegó a un acuerdo con el Partido Morado, una fuerza de centroderecha y pro Vizcarra, para gobernar el país. La elegida por el Frente Amplio fue Rocío Silva Santisteban, una de las únicas parlamentarias de esa bancada que no había votado a favor de destituir a Vizcarra. Esa noche Fernández Chacón votó afirmativamente y sin ningún tipo de comentario ni fundamentación por la elección de Rocío Silva. Es decir votó a favor de que la congresista de bancada de la que forma parte se hiciera cargo de la presidencia del país en acuerdo con otras fuerzas burguesas. Repetimos, al momento de la votación Chacón ni siquiera emitió un comentario sobre porqué lo hacía, se limitó a decir “Sí”. Esa fórmula finalmente no prosperó y el Congreso volvió a votar el lunes 16 por la fórmula que terminó encabezando Francisco Sagasti del Partido Morado, hoy presidente interino del país, acompañado por Mirta Vázquez del Frente Amplio a la cabeza del Congreso.
Sobre ese último día, el artículo de Izquierda Socialista menciona que “Enrique Fernández Chacón, se negó a votar al nuevo gobierno [de Francisco Sagasti] con el cual se reparten el poder en medio de la crisis”. Si bien esto es cierto, el resto de la bancada del Frente Amplio, no lo hizo, lo que no significó ninguna declaración de Chacón al respecto en el recinto, cuando él votó en forma negativa. Todo lo que tiene para decir Izquierda Socialista sobre la integración de la bancada del Frente Amplio, de la que Chacón forma parte, al régimen político burgués quebrado de Perú, es un lamento: “Lamentablemente el Frente Amplio – espacio del cual nos retiramos el pasado 2 de noviembre ante su agotamiento y adaptación al régimen – se sumó a ser parte del nuevo gobierno capitalista designado a espaldas del pueblo junto a los liberales del Partido Morado”. Y luego, como un saludo a la bandera hacen un llamado a una Asamblea Constituyente para acabar con el régimen del 93, que se contradice con toda la política llevada adelante por Chacón.
La afirmación de que el Frente Amplio es el “espacio del cual nos retiramos el pasado 2 de noviembre ante su agotamiento y adaptación al régimen”, no parece coincidir con la realidad ya que Chacón nunca rompió con la bancada del Frente Amplio de la que sigue formando parte (y no porque exista alguna normativa que se lo prohíba, de hecho en las últimas semanas una veintena de diputados dejaron sus bancadas originales para formar nuevas o mantenerse como independientes). Entonces, ¿si Uníos rompió con el Frente Amplio, por qué no lo hizo Chacón con la bancada? ¿En qué quedamos? ¿Rompieron o no rompieron con el Frente Amplio?
En lugar de poner su banca y los más de 100.000 votos que sacó en las últimas elecciones al servicio de una política independiente de la clase obrera contra los partidos patronales y de impulsar la movilización extraparlamentaria, Chacón eligió seguir en el bloque del Frente Amplio, que ahora encabeza el Parlamento (una de las instituciones más desprestigiadas del país), desde donde se está realizando parte de la operación política para sacar a los manifestantes de las calles y llevarlos a urnas en... abril de 2021.
Como ya discutimos hace unos meses atrás durante la Conferencia virtual de Latinoamérica y de los Estados Unidos, esta es la consecuencia de la adaptación a diversos proyectos de colaboración de clases, en frentes de centroizquierda como el Frente Amplio que hoy termina siendo parte del Gobierno capitalista de Perú.
Hemos saludado el paso dado por Uníos al romper públicamente con el Frente Amplio (aunque la política de Chacón pone en duda el verdadero significado de esta ruptura), y ahora que levante la necesidad de imponer una Asamblea Constituyente Libre y Soberana contra las trampas de quienes pretenden salvar a este régimen podrido y al estado capitalista, entre ellos el Frente Amplio. Pero lxs compañerxs en lugar de admitir los errores y hacer un balance profundo de su participación en un frente de colaboración de clases, pretenden ocultar políticas oportunistas con maniobras retóricas.
Nuestros compañeros de la Corriente Socialista de las y los Trabajadores en Perú han debatido ampliamente contra esta posición y hoy plantean un programa de conjunto para evitar las maniobras que pretenden sacar al movimiento de las calles para llevarlo a las elecciones de 2021, y pelean por imponer una verdadera “Asamblea Constituyente Libre y Soberana con la huelga general, desarrollando la autoorganización obrera y popular”, para liquidar el régimen fujimorista-neoliberal de 1993 y luchar por un gobierno de las y los trabajadores que acabe con la explotación capitalista y siente las bases de una sociedad socialista.