Novela negra de la pluma maestra de Malú Huacuja del Toro. Y cuando digo, pluma maestra, es porque el oficio se desborda en la narrativa que nos presenta, con personajes y desdoblamientos borgianos, que nos hacen sobrevolar entre la ficción y la realidad. Donde incluso el autor se desdobla en algoritmos imaginarios de una máquina demencial creadora de historias.
Como si ese recurso no bastara, la estructura de la novela no puede ser más elegante al ser presentada con una impecable Mise en abyme o puesta en abismo, al mejor estilo de las muñecas rusas, o como se refiere el autor en algunos de sus desdoblamientos, juega como ellos juegan, así que también podríamos llamarle una novela-caja china.
Se nos advierte que no va a dirigido a los lectores el mensaje importante, en otro juego literario, sin embargo, la metatextualidad en la que se encuentra enmarcada esta obra nos habla de una realidad mexicana bastante conocida hasta para el más desinformado, eso sí, creo que debería tener advertencia que a mayor conocimiento del marco referencial mayor terror y desesperanza infunde en algunos momentos esta novela. Porque nos muestra una realidad descarnada, sin desgarros narrativos, ni enaltecimientos criminales. Todo está presentado en justa medida e insisto con un gran respeto hacia los lectores, dada la importancia que se toma la autora en escribir con el mayor de los recursos narrativos: una honesta carrera literaria. Por lo que no pierde el tiempo en la consagración a través de la publicidad, el escarceo, las relaciones públicas de una literatura sin méritos narrativos, sino todo lo contrario, al no preocuparse por lo antes mencionado, nos regala una literatura con una narratología impecable.
En Crueldad en Subasta los personajes tienen desdoblamientos, es decir, el mismo personaje se encontrará en diversos espacios y situaciones que se repiten en las ficciones alternas que se presentan. En un momento, para el lector avezado, estos personajes pueden saltar a la realidad con nombre y apellido. O con varios nombres y varios apellidos, dada las historias presentadas y que a su vez también parecieran, tristemente; cuentos de la tradición popular oral, porque se repiten en cada pueblo, en cada municipio, en cada estado, en cada país donde los gobiernos sean entes intocables de la justicia.
Pudiera parecer una historia devastadora, pero no es así, la autora, al igual que en Rencor Tatuado, la película que este año ha llegado con éxito total a Netflix, les da a los personajes la opción de ser motor de cambio, la posibilidad de salvarse a sí mismos, no importando la clase social a la que pertenezcan, que este es otro punto a destacar de la poética de Malú, el conocimiento social al momento de describir a sus personajes, es capaz de crear personajes de diversas clases sociales con objetividad y miramiento lo que evita que las clases paupérrimas y desprotegidas vayan a salir de pronto como bestias en búsqueda de una venganza insaciable contra los de arriba. Evitando ese penoso sabor de boca para el lector de esta novela que no juega con fantasías huecas del privilegio en peligro.
Así como se pasea entre clases sociales, se pasea entre mafias de poder, donde todas estas mafias al final se comunican entre ellas mismas y crean un ambiente propicio donde desarrollarse y ser parásitos de sí mismos en un espectáculo decadente donde su banquete moral es la carroña que presentan cual plato gourmet.
Malú Huacuja del Toro es una adelantada a su tiempo, cuando escribe Rencor Tatuado en los noventas, avizora estos tiempos, cuando escribe Crueldad en Subasta, avizora los próximos años, pone en la mesa los acontecimientos que vivimos en el día a día, ya sean políticos, sociales, morales, la discusión está ahí. Es una voz que se levanta poderosa en medio de la incertidumbre y desasosiego de una intelectualidad mexicana que no hace más que repetirse a sí misma en portadas de revistas rosas y carteles de ferias de libros donde se presentan una y otra vez como si la literatura mexicana careciera de opciones críticas y constructivas. Agradezco a Malú por la esperanza prometida y agradezco su narrativa que no está ahí de soslayo, si no inmersa en toda la obra para el disfrute y placer del lector, pero sobre todo agradezco su empatía intelectual con una sociedad que necesita más voces críticas como la suya y menos portadas de rostros acartonados de un catálogo que pretenden vendernos como literatura mexicana actual, aunque apeste a naftalina antigua en el ropero de la vieja princesa que se cae ya de apolillado. Y lo mejor, es posible encontrar esta novela en Amazon a un gran precio, no se la pierdan. |