Los discursos del Gobierno
Rodrigo Valdes defendió las reformas, incluyendo la tributaria, que nuevamente está bajo asedio de los empresarios pidiendo mayores retrocesos. “Por eso quiero ser bien claro: no estoy de acuerdo cuando algunos plantean que para crecer hay que olvidarse de las reformas”, dijo en algún pasaje de su discurso. Y concretó, a propósito de la reforma tributaria que "me parece poco serio pedir bajar impuestos o flexibilizar normas antielusión", enfatizando que "es irresponsable plantear a estas alturas cambios en la reforma tributaria. Estamos en proceso de implementación". Sobre la reforma laboral aclaró que sigue hacia adelante, aunque “estamos tratando de enmarcar ese debate de vuelta en las ideas matrices”.
Por su parte Jorge Burgos, buscó llevar calma diciendo que no hay que magnificar o subestimar las dificultades, "porque te llevan a malas decisiones, pero el país no vive crisis integral como algunos dicen. Es una crisis parcial y no es una crisis de buenos versus malos". Acotó la presente crisis a “una crisis de las elites, que son esenciales para el desarrollo del país”.
Puntualizó, para que se hagan responsables, que “estamos pagando el precio de habernos rehusado a regular el financiamiento de la política y aceptar que se maneje por mecanismos de un mercado salvaje". Resaltó el mensaje de tranquilidad diciendo que "no hay Petrobras en nuestro país", aludiendo al gigantesco caso de corrupción en Brasil. Aclaró que, dada la magnitud del rechazo, "no puede haber arreglín".
Y en la misma línea de afirmar las reformas, defendió la constitucional, puesto que "la paradoja, sin embargo, es que la Constitución que nos rige es un problema para Chile, y lo es porque carece del aprecio que las constituciones necesitan para continuar asegurando que resolveremos los conflictos conforme a ella". Agregó que "se ha instalado una real insatisfacción respecto de la Carta Fundamental, y las constituciones que no cuentan con el prestigio ciudadano suficiente no son buenas". A la vez, para tranquilidad de los empresarios, concluyó que "la Constitución es aquello que nos constituye como cuerpo político, debe ser la casa y la obra de todos y a todos debe interpretarnos. Tengo la certeza que el pueblo de Chile, convocado a deliberar, no despreciará los beneficios de un sistema que protege la propiedad privada y defenderá nuestro régimen de libertades".
Valdés destacó la apertura al diálogo: "No estoy de acuerdo con aquellos que dicen que para crecer hay que olvidarse de las reformas. Hay que hacerlas con diálogo, cuidado, haciéndonos de las distintas complejidades y a un ritmo responsable y eso es lo que estamos haciendo".
El llamado a diálogo es la forma que los empresarios y la derecha encontraron para moderar más las ya moderadas reformas.
El Gobierno en su laberinto
El sentido y el tono general del discurso del Gobierno en ICARE, fue reafirmar el secreto del encierro en que se puso el Gobierno.
Reafirma las reformas, que es lo que el empresariado rechaza.
Y lo hacen con guiños a los empresarios y la derecha como la defensa de la propiedad privada y el diálogo moderador, que es lo que los trabajadores y estudiantes rechazan.
El Gobierno sigue así encerrado en su laberinto, como informamos en La Izquierda Diario aquíy probablemente así, motorizando el descontento, a su derecha y a su izquierda. | 
