La política excluyente del Aprende en Casa ha generado -como advertíamos las y los maestros en el país- la profundización de las desigualdades entre nuestras alumnas y alumnos, así como un mayor rezago educativo en todo el país, pese a que hoy las autoridades buscan presentarlo como todo un éxito.
Esta política es sostenida con recursos propios por maestras y maestros desde Baja California hasta Chiapas. Como si fuese poco, además, hay miles de docentes en varios estados que se han enfrentado a que no les paguen, entre ellas, al menos 50 maestras en el estado de Guanajuato que denuncian llevar laborando 5 quincenas sin haber recibido pago alguno.
Las maestras fueron contratadas sin que se les haya entregado hasta ahora su respectivo nombramiento. Grave violación que atenta contra un derecho laboral fundamental: la estabilidad en el empleo. Por si fuera poco, es la falta de este nombramiento lo que ahora usan las autoridades como argumento para negar el pago a las maestras.
Las maestras, que en muchos casos son el principal sostén de sus familias, atraviesan esta situación en medio de una constante alza de precios en alimentos básicos y sumado al gasto necesario en insumos tecnológicos para realizar el trabajo que se impuso por la deficiente política del aprende en casa.
La situación ciertamente causa enojo, considerando que el Estado que hoy les niega el sueldo a estas docentes, es el mismo que entregó sin empacho alguno más de 450 millones de pesos a Salinas Pliego, Azcárraga y otros millonarios empresarios de las televisoras privadas. El mismo que el último presupuesto para la educación ha destinado al menos 3 mil millones de pesos para la injerencia empresarial en la educación.
Este grave ataque se suma a las denuncias que en redes sociales han hecho maestros de todo el país por el ilegal descuento del ISR en prestaciones como el aguinaldo. Se suma también al brutal recorte del 60 % del presupuesto para las escuelas normales.
Ante todos estos ataques, se vuelve indispensable la organización y lucha en unidad del magisterio mexicano. Los “pequeños” y grandes ataques no han cesado en los últimos meses. En defensa de nuestros derechos como trabajadoras y trabajadores de la educación pública y gratuita, de la niñez y la juventud, se vuelve indispensable articularnos y alzar la voz.
Desde la Agrupación Nuestra Clase nos solidarizamos con las compañeras en Guanajuato y nos sumamos a la exigencia por estabilidad laboral y pago inmediato. Te invitamos a conocer nuestras ideas y programa en defensa de la educación pública y gratuita y por plenos derechos para las y los trabajadores de la educación. |