Los trabajadores rurales han tomado 25 kilómetros de la carretera panamericana sur, y han señalado que no levantarán el Paro si no se logra derogar la Ley de Promoción Agraria, Ley 27360, ley fujimorista que permite el prorrateo del pago de su salario y reduce por debajo del salario mínimo el jornal diario, de modo que por día cada trabajador sólo recibe 39.19 soles a pesar de trabajar más de 12 horas diarias en el campo. Los trabajadores padecen también la fragmentación de su movimiento por la presencia de empresas de tercerización que les impide sindicalizarse.
Esta justa medida de lucha ha sacado lo más reaccionario de los empresarios agroexportadores, quienes en los últimos años se enriquecieron enormemente a raíz de los beneficios tributarios y laborales que les concede esta norma. En ese entender, el millonario Fernando Cilloniz, quien considera a los manifestantes como “vándalos”, hizo un llamado a la Policía y al Gobierno central para que pare la huelga obrera a través de la “mano dura. El gremio de grandes empresarios (CONFIEP) también se ha manifestado contra las demandas de los trabajadores rurales y a estigmatizado su protesta, exigiendo la presencia policial y militar en la zona.
Frente a esta situación, es necesario que la CGTP y todas las centrales obreras con representación nacional convoquen a un gran Paro Nacional en solidaridad con la lucha de los trabajadores agrícolas. Este Paro Nacional deberá sostenerse en los espacios de auto organización de los trabajadores y el pueblo y además deberá ir acompañado de movilizaciones en las diversas regiones del país y en Lima. El paro Nacional y las jornadas de lucha deberán también incorporar las otras demandas de los trabajadores que en este momento se encuentran en pie de lucha, como los trabajadores de salud y otros.
Frente a un gobierno indolente con las demandas obreras y un Parlamento ajeno a las exigencias del pueblo, el Paro Nacional y la movilización obrera y popular, se convierten en la mejor garantía que tenemos los trabajadores para conquistar nuestros derechos. Solo así lograremos que se derogue de manera integral la Ley de Promoción Agraria y no sólo el capítulo laboral como ha propuesto el ejecutivo. No es aceptable que el sector agroexportador, que ha amasado grandes fortunas a partir de estos beneficios legales, mantenga sus privilegios tributarios y otros que les permiten concentrar tierras agrícolas, mientras las y los trabajadores se empobrecen y los ingresos públicos decrecen considerablemente.
De igual forma, es importante que la CGTP convoque una marcha hacia el congreso de la República, tal como lo han hecho ya las obreras de limpieza del sindicato SITOBUR en Lima de forma espontánea, solidarizándose también con la huelga indefinida que viene sosteniendo el sector de los trabajadores de la salud más precarizado, los trabajadores contratados por locación de servicios y CAS, a quienes ni siquiera se les reconoce la condición de trabajador y les deben 6 meses de salario impago.
No permitamos que las amenazas de represión a los obreros de Ica se concreten. Unifiquemos nuestras luchas contra las leyes patronales con un gran Paro Nacional que derogue de manera integral la Ley de Promoción Agraria y permita la conquista de las demás demandas de los trabajadores que hoy se encuentran en pie de lucha. Esto nos permitirá avanzar de mejor manera en la lucha por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, con la cual acabaremos irremediablemente con la herencia neoliberal y el régimen patronal que nos impone la Constitución de 1993. |