A casi un año de la asunción del candidato del Frente de Todos, la pobreza aumentó al 44,2 %, según datos de la UCA. Seis de cada 10 niños y niñas son pobres. Esta realidad cruel contrasta con las ganancias de las empresas, los bancos, y las farmacéuticas. Los miserables siguen de fiesta.
El 10 de diciembre de 2019 asumió Alberto Fernández, hace casi un año. El voto al Frente de Todos expresó el rechazo al ajuste macrista que degradó las condiciones de vida de las mayorías populares.
Tras jurar en el Congreso en su discurso inaugural el mandatario sostuvo que durante su gobierno “los únicos privilegiados serán quienes han quedado atrapados en el pozo de la pobreza y la marginación”. Sin embargo, la pobreza escaló del 40,8 % en 2019 al 44,2 % este año, según publicó el Observatorio de la Deuda Social de la UCA. El 64,1 % de los niños y niñas y adolescentes viven en hogares con ingresos por debajo de la línea de pobreza.
El coronavirus asestó un golpe a la débil economía mundial con un gran impacto en estas pampas. Sin embargo, la elección del rumbo oficial, sus políticas y sus prioridades derivaron en la situación actual de mayor pobreza, desocupación y desigualdad. Un cuadro que se agravará de la mano del FMI, que permanecerá en el país al menos una década si da el visto bueno al acuerdo de Facilidades Extendidas solicitado por Martín Guzmán.
Pobreza creciente
El Observatorio de la Deuda Social de la UCA confirmó la suba de la pobreza al 44,2 % este año, según una encuesta realizada entre julio y octubre. Así, la pobreza alcanza a 20 millones de pobres.
El índice de población con pobreza multidimensional (población con insuficiencia de ingresos y con al menos una carencia de derechos sociales) es del 41 %, mientras que el año pasado era del 37,5 %.
La pobreza infantil afecta a 8,3 millones de niños, niñas y adolescentes en todo el país. Lamentablemente esta situación no es nueva y empeoró con la pandemia. Según el documento de la UCA, la pobreza infantil durante el 2010 y 2015 se mantuvo en niveles de entre el 40 % y 50 %, en la era Macri alcanzó el 59,5 % en 2019, y en la actualidad se disparó al 64,1 %.
El director del Observatorio Social de la UCA, Agustín Salvia, afirmó que "sin la AUH, el IFE, la Tarjeta Alimentar y el resto de los subsidios, la indigencia hubiera sido el doble y la pobreza hubiese trepado al 53 %". Este contenido fue el título de la nota de un diario oficialista. ¿Por qué el eje no es el inverso? ¿Qué hubiese pasado con los ingresos de las mayorías si el Ingreso Familiar de Emergencia hubiese sido más alto, o si la prohibición de despidos y suspensiones se hubiese cumplido efectivamente o si se hubiesen actualizado los salarios y las jubilaciones acorde a la inflación o si no se hubiesen destinado recursos a pagar la deuda? Esto fue una decisión política del Gobierno y no solamente las consecuencias de la pandemia. De hecho, se eliminó el IFE para el año próximo para lograr un presupuesto más austero en sintonía con las exigencias del Fondo.
El impuesto a las grandes fortunas que se anunció en abril recién este viernes se aprobó en el Senado. Un proyecto que no grava a las empresas ni a los bancos. ¿Cuántos recursos se obtendrían si estos sectores tuviesen que pagar? El Frente de Izquierda presentó una propuesta que permitía recaudar entre U$S 15 mil y U$S 20 mil millones con destino a: otorgar un IFE de $ 30.000; fortalecer el presupuesto de salud; y la construcción de 100.000 viviendas. Pero el oficialismo y la oposición rechazaron tratarlo.
Según datos de Presupuesto Abierto en lo que va del año (al 1 de diciembre) se desembolsó en concepto de deuda pública $ 598.546 millones. Una suma que equivale a otorgar un IFE de $ 30.000 para 20 millones de personas.
En la negociación con los lobos de Wall Street, para reestructurar la deuda bajo legislación extranjera el ministro de Economía, Martín Guzmán, concedió U$S 17.000 millones adicionales respecto de la oferta inicial de abril. Además, el Gobierno pagó alrededor de U$S 626 millones en concepto de intereses al FMI en plena pandemia, un monto que equivale a 5 millones de IFE.
La prioridad oficial fue honrar una deuda fraudulenta e ilegal en vez de priorizar los intereses de los trabajadores y los sectores populares.
Ganadores de la pandemia
La economía mundial caerá este año un 4,2 %, según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El secretario general del organismo, Ángel Gurría, quién explicó el documento presentado esta semana, señaló que “la vacuna ha disipado algo la niebla de la incertidumbre, aunque aún no estamos fuera de peligro”.
El documento advierte que “las perspectivas siguen siendo excepcionalmente inciertas, con riesgos tanto al alza como a la baja” y aclara que “la confianza se vería afectada si la distribución de la vacuna o los efectos secundarios resultaran decepcionantes. El impacto en la economía podría ser grave, lo que a su vez aumentaría el riesgo de crisis financieras para deudas soberanas y empresas frágiles, con efectos secundarios globales”.
El mismo informe estimó que la recesión de la Argentina será la más profunda este año entre los 46 países que analiza. Se proyecta que la economía argentina caerá 12,9 %, seguida por el Reino Unido con el 11,2 %.
A pesar de este contexto no todos perdieron en esta crisis. El patrimonio personal de los 10 hombres más ricos del mundo subió en lo que va del año en U$S 267.000 millones, según datos de Bloomberg. Uno de los ganadores fue Elon Musk, creador de la empresa Tesla, aumentó su fortuna en U$S 100.000 millones en lo que va del 2020. En el segundo lugar se encuentra Jeff Bezos, CEO de Amazon.
En Argentina también hay ganadores. Los privilegiados son:
Paolo Rocca y Marcos Galperín: figuran en el ranking de los 500 más ricos del mundo que realiza Bloomberg. El dueño de Techint tiene un patrimonio de U$S 9.460 millones y logró un aumento de su riqueza en lo que va del 2020 de U$S 218 millones. En tanto, el creador de Mercado Libre tiene un patrimonio U$S 6.160 millones y en el año logró una suba de U$S 3.500 millones.
Pampa Energía: la compañía incluye entre sus satélites a Edenor, y también controla la mayor empresa de transporte eléctrico del país, Transener. Ganó U$S 583 millones entre enero y septiembre de este año. En el mismo período la ganancia atribuible a los propietarios de la compañía fue de U$S 96 millones. El dueño del emporio energético es Marcelo Mindlin, amigo de Macri, que emergió con el menemismo, tuvo un gran crecimiento con el kirchnerismo y se consolidó entre los primeros empresarios del país con el macrismo. Con los tarifazos que autorizará el Gobierno el año próximo sus ganancias aumentarán.
Bancos: los bancos privados ganaron entre enero y septiembre U$S 121.327 millones. Es decir, $ 450 millones por día.
Industria farmacéutica: en el primer semestre del año tuvieron una facturación total de $ 147.606 millones, según publicó el Indec.
Agroexportadores: se calcula que entre el comienzo de octubre de 2020 y fin de marzo de 2021 inclusive, se exporten a los valores FOB actuales, U$S 11.275 millones, entre trigo, maíz, harina y aceite de soja, según informó la Bolsa de Comercio de Rosario. El volumen de soja remanente por comercializar se encuentra valorado actualmente en US$ 3.165 millones en el mercado local. El precio de la soja subió y supera los U$S 428 la tonelada. El sector fue beneficiado con la reducción temporal de las retenciones a la soja. Las principales empresas son Cargill (EE.UU), Cofco (China), ADM (EE.UU), Bunge (EEUU) y AGD.
A pesar de las promesas electorales, el gobierno de Fernández eligió a los bancos y a los grandes empresarios. Las medidas oficiales fueron insuficientes para evitar un salto de la pobreza y no se debió al coronavirus sino a la decisión de no tocar los intereses de unos pocos que siguieron ganando con la crisis.
Fernández y Guzmán aceleraron el ajuste, que se concretó con la aprobación del Presupuesto 2021 que recorta casi un 10 % en términos reales el gasto primario, y elimina el IFE. También presentaron el cambio de fórmula de movilidad previsional que consolida la pérdida de haberes de los jubilados.
Nada bueno vendrá para la clase trabajadora si se continúan con las medidas dictadas bajo el régimen del FMI. Es necesario pelear por un programa de otra clase con medidas como el desconocimiento soberano de la deuda, la nacionalización del sistema bancario y el comercio exterior.