Sólo un tercio de los diputados cordobeses votaría a favor de la legalización del aborto. El bloque schiaretista presentó su proyecto de despenalización. Para que no haya mas muertas ni presas por abortar hay que retomar las calles.
Este jueves 10 de diciembre entraría a debate en la Cámara Baja el proyecto de legalización del aborto. Lejos está que su aprobación esté garantizada, la injerencia de las iglesias y de los grupos fundamentalistas impregna a la inmensa mayoría del arco político.
De los 18 diputados cordobeses sólo 5 se pronunciaron en distintos momentos de manera positiva a la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Gabriela Estevez, Pablo Carro y Eduardo Fernandez del Frente de Todos, los radicales Brenda Austin y Mario Negri (al menos así votó hace dos años). Carlos Gutierrez del bloque schiaretista Córdoba Federal se mantiene en la incógnita. En este bloque se encuentra la esposa del gobernador, Alejandra Vigo, quien se abstuvo en la votación del 2018 y hace días se manifestó por la despenalización y presentó un proyecto en tal sentido.
Córdoba Federal y el proyecto por la despenalización
El peronismo cordobés generalmente se orientó hacia la negativa en el tema de la legalización del aborto. Lo demostró en el 2018, cuando ningún diputado del entonces Hacemos por Córdoba votó a favor. En la Córdoba de las campanas no es novedad la fuerte alianza de las iglesias católica y evangélicas con el poder político y sus contribuciones en el apoyo territorial.
Recordemos, por ejemplo que la aplicación del Protocolo de Aborto No Punible tuvo siete años de dilaciones y judicialización por el recurso de la ONG católica Portal de Belén.Recién en febrero del 2019 el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba confirmó la vigencia de la Guía Provincial de Procedimiento para la Atención de Pacientes que soliciten Prácticas de Aborto no Punibles, para los casos de embarazos producto de violaciones y/o que ponen en riesgo la salud de las mujeres gestantes.
Al igual que en el 2018, el gobernador dio libertad de acción a los legisladores de su bloque que viene dando quorum al Frente de Todos y acompañando, con escasas objeciones, las leyes presentadas por Alberto Fernandez.
En ese sutil equilibrio de no pero vemos, con un perfil político construido sobre la defensa de los derechos de las mujeres de los sectores pobres, Alejandra Vigo presentó proyecto propio que sólo muestra una novedad con respecto a las causales de aborto no punible ya establecidas en 1921: el artículo que indica que no será punible el aborto “si se ha practicado antes de la semana 14, cuando el embarazo resultare de una especial circunstancia de exclusión y vulnerabilidad de la persona gestante, acreditada ante el personal de salud con informe social por profesional de un establecimiento público, emitido dentro de los cinco días de solicitado por la gestante”. No aclara cuales serían esas circunstancias.
El proyecto muestra un guiño hacia el sector verde ya que no incluye la objeción de conciencia institucional. Sin embargo no hay forma de interpretarlo como un posible voto afirmativo, ni de ella, ni de quienes la acompañan en el bloque. Sino mas bien como un tinte demagógico de quienes nunca se preocuparon ni por la legalización del aborto ni por la obligada clandestinidad de su práctica.
No debemos olvidar que en marzo de 2018, la ex secretaria de Equidad y Género, Alejandra Vigo junto a otros diputados nacionales por Córdoba (Juán Brugge, Martín Llaryora, Paulo Cassinerio de Córdoba Federal, Soledad Carrizo de la UCR y Javier Pretto por el PRO) acompañó un proyecto contra el aborto legal presentado por el colectivo provida Red Federal de Familias. La cosa no quedaba ahí, el proyecto avanzaba sobre los casos de aborto no punible proponiendo la instalación de una “Asignación Universal para Mujeres Embarazadas por Violación”, revictimizando y naturalizando mes a mes la violencia sexual sufrida por esa mujer.
#Que sea Ley
Hace un mes la clandestinidad del aborto provocóuna muerte más en Córdoba. La cuarta en el país, según pueden establecer las integrantes de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Muertes de mujeres y personas gestantes totalmente evitables sino fuera por las idas y vueltas, que llevan a que un presidente presente su propio proyecto y no el que impulsó la Campaña que contaba con un consenso mayoritario; las mezquindades políticas, expresadas en el "poroteo" en diputados y senadores, los argumentos insólitos presentados en los debates tanto en el 2018 como ahora o la demagogia de distintos sectores del que el bloque Córdoba Federal es un ejemplo. Sumado a esto, la presión clerical, la desmovilización impulsada desde el gobierno y el fortalecimiento de los grupos antiderechos que no han dejado de movilizarse.
Para que no haya más muertas ni presas por abortar es necesario abrir la discusión en cada casa, lugar de trabajo y de estudio, exigir a sindicatos, centros de estudiantes, organismos de derechos humanos, organizaciones sociales que se pronuncien activamente y redoblar el esfuerzo de la movilización en las calles. Lugar adonde lo llevó el movimiento de mujeres y que permitió que se mantuviera en la agenda y el debate público. Porque como sabemos los derechos no se mendigan, se conquistan en las calles.