El partido terminó en escándalo. Y, para variar, con críticas a los árbitros. Pero esta vez fue por izquierda. Los jugadores del Estambul Basaksehir y del Paris Saint Germain se retiraron de la cancha en repudio al comentario racista de uno de los árbitros.
El rumano Sebastian Colescu, cuarto árbitro, se refirió al asistente técnico de Basaksehir, Pierre Webo, como “negro”. El insulto despertó la furia del asistente, pero también de todos los jugadores. Iban 16 minutos del primer tiempo cuando el partido tuvo que ser suspendido.
La UEFA decidió que el partido continuará este miércoles, a las 14.55, desde el minuto 14. Obviamente los árbitros serán otros.
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