La joven de Quilicura, ex dirigenta estudiantil y sindical, se propone disputar el distrito 8 (comunas de Quilicura, Pudahuel, Maipú, Cerrillos, Estación Central, Til Til, Lampa, Colina), apostando por enfrentar todas las trabas y restricciones en este proceso constituyente e imponer las reivindicaciones de las mujeres trabajadoras, migrantes y jóvenes.
Desde temprana edad luchando por la Educación Gratuita
Beatriz Bravo creció en Cerro Navia, en una familia de ferreteros. Siendo secundaria comenzó su activismo político, en medio de la lucha contra la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE), firmada el último día de la dictadura. Esta pelea marcó a toda una generación de jóvenes y dio origen a un ciclo de movilizaciones por el derecho a la educación gratuita que tuvo su máxima expresión el año 2011. La joven Bea fue parte de ese proceso del potente movimiento estudiantil que comenzó a cuestionar toda la herencia de la dictadura.
“Ya el 2006 mi generación vio cómo funcionaba la política de la cocina parlamentaria, es por eso que el grito ´no son 30 pesos, son 30 años´ nos representó con tanta fuerza, pues desde muy pequeños en este país sabemos que la educación está al servicio de los empresarios”, cuenta Beatriz.
Con esta experiencia, ingresó a la Universidad de Chile y confluyó con el Partido de Trabajadores Revolucionarios, en el cual milita hasta el día de hoy. En la universidad comenzó tempranamente a destacar como dirigente política y organizadora del movimiento estudiantil. Fue vocera de su generación en la carrera de filosofía y consejera Fech de la Facultad de Filosofía y Humanidades.
Desde la Consejería, encabezó junto a cientos de jóvenes la lucha por la educación gratuita, demanda que en un principio, la dirigencia de la FECH encabezada por las Juventudes Comunistas y la Izquierda Autónoma (hoy Partido Comunes), se negaba a impulsar.
Una lección fue crucial: no era posible obtener la educación gratuita sin echar abajo la herencia pinochetista. En sus propias palabras: “se hizo muy concreta la necesidad de unir la fuerza de la juventud con la clase trabajadora para paralizar el país y arrebatarle un derecho que millones gritábamos a nivel nacional: ¡educación gratuita, laica y de calidad!”.
De luchadora incansable por la educación gratuita a dirigenta obrera por los derechos de las y los trabajadores
El 2014, Bea ingresó a trabajar a la planta CTP de Correos de Chile, ubicada en Quilicura. Desde una nueva trinchera se propuso la tarea de organizar a las mujeres y juventud trabajadora, junto a sus compañeros y compañeras de planta.
“Los turnos rotativos, la incertidumbre laboral con trabajos precarios de plazo fijo, el sueldo mínimo que no alcanza para llegar a fin de mes, esa es la realidad que vivimos en la industria y en el conjunto de Chile, los gerentes ganan sueldos millonarios mientras a nosotros nos condenan a la precariedad”, explica la joven respecto a las condiciones laborales en la industria.
Desde su tribuna de delegada sindical, luchó activamente por la unidad de los trabajadores de manera independiente a los empresarios e impulsó, junto a decenas de colegas, campañas en solidaridad con huelgas y movilizaciones, como la lucha docente del 2019, donde junto a trabajadores de otras fábricas de la zona, levantaron la campaña “Si ganan los profes, ganamos nosotros y nuestros hijos” y llevó el apoyo a los docentes de la zona norte de Barrancas que protagonizaron la movilización.
Siempre poniendo al centro la necesidad de la autoorganización y la pelea por recuperar los sindicatos para los y las trabajadoras, de manera independiente a los jefes y gerentes, Bea ha apoyado activamente las movilizaciones de trabajadores tanto del sector público como el privado, denunciando cómo unos pocos se hacen ricos a costa de la explotación de la clase trabajadora.
La lucha por sepultar toda la herencia de la dictadura
La rebelión de octubre encontró a Beatriz Bravo peleando en las calles junto a miles, desde la primera noche del 18 de octubre, denunció la aplicación de la Ley de Seguridad Interior del Estado y planteó la necesidad de un paro nacional para enfrentar al gobierno de Piñera.
Respecto a la experiencia de la revuelta, Bravo explica que “tras vivir en un régimen heredado de la dictadura que no ofrece más que precarización, y que los empresarios han mostrado como un ejemplo para la región, los que nos rebelamos entendíamos que no había otra opción que impugnarlo con nuestra propia fuerza, la fuerza de la clase trabajadora”.
“Para los grandes empresarios parásitos, Chile ha sido como un oasis, la joya de Latinoamérica, un paraíso donde el 1% más rico concentra más del 26,5% de las riquezas”, agrega la dirigenta del PTR.
Beatriz, lanzará su candidatura a la Convención Constitucional con estas ideas, pero dejando claro que el proceso constituyente abierto tras el cocinado Acuerdo por la Paz del 15 de noviembre se trata de “una más de la cocina parlamentaria de los 30 años, está completamente controlado por los partidos de siempre, y son los ⅔, los que aseguran y dejan tranquilos a los empresarios”.
Pues, para lograr todas las reivindicaciones de la rebelión “hay que enfrentar directamente a los que se enriquecen a costa de negar el futuro a todas las generaciones en nuestro país, no cediendo ni un centímetro las demandas de la rebelión de octubre. Estamos decididos y decididas a dar la pelea hasta que la vida merezca ser vivida”, finaliza la joven.
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