Aduciendo que "tratar este proyecto en estos tiempos es una ofensa para el culto católico y el culto cristiano en general” la diputada pro abortos clandestinos propuso esa moción.
Con estos argumentos niega el basamento de datos y hechos científicos, de que la interrupción voluntaria y legal del embarazo se trata de una cuestión de salud pública, además de la conquista de un derecho democrático básico: que todas las personas con capacidad de gestar puedan decidir si desean hacerlo o no.
Otro intento de los que se encolumnan con los pañuelos celestes, ya viendo que lo más probable es que en diputados nuevamente, como en 2018, se vote afirmativamente, de aplazar este debate absolutamente necesario. Que además, si hoy vuelve a tratarse es por la insistencia de la lucha del movimiento de mujeres. |