Las trabas y límites del proceso constituyente siguen intactos. Además del cuestionado quórum de ⅔ que entrega poder de veto a una minoría y patenta lo antidemocrático de la convención constitucional, tampoco se podrán modificar tratados internacionales vigentes- dejando intactas las AFP, impidiendo discusiones y cambios respecto a los recursos naturales, entre otras-, ni podrán participar las y los jóvenes menores de 18 años que “despertaron Chile”. Pero, a esto se suman también los obstáculos e impedimentos que enfrentan quienes quieran postularse como candidatos independientes, representantes de los pueblos originarios, y la prohibición de candidatearse quienes ejercen cargos sindicales y sociales.
Así, a exactamente un mes para la inscripción oficial de las y los candidatos a constituyentes, quienes disputarán los 155 cupos que se establecieron para la Convención Constitucional, instancia encargada de redactar una nueva constitución, las diversas críticas debido a las trampas y límites que contiene el proceso- gracias a lo pactado por los partidos tradicionales que firmaron el “Acuerdo por la Paz”, el 15 de noviembre de 2019-, siguen siendo motivo de debate y en el Congreso se están tramitando algunos proyectos de ley que buscan aminorar el descontento, manteniendo lo de fondo tal cual.
No, los independientes no “desbordarán” la convención constitucional
El jueves 03 de diciembre se aprobó en el Senado y luego en la Cámara de Diputados una reforma “para facilitar” la participación de independientes en la convención constitucional. El proyecto plantea que “para inscribir sus candidaturas, los candidatos y candidatas independientes fuera de lista requerirán el patrocinio de un número de ciudadanos independientes igual o superior al 0,2% de los electores que hubiesen sufragado en el respectivo distrito electoral, en la anterior elección periódica de diputados”.
Así, las y los aspirantes independientes deberán reunir un mínimo de 300 firmas para patrocinar sus candidaturas y, en el caso de las listas, 500 patrocinios. No obstante, en el proyecto quedaron rechazados los pactos de los independientes con partidos políticos y los pactos entre listas de independientes, lo que generó bastante rechazo. Sobre esto, Ana María Gazmuri, dirigenta de la Comunidad por la Dignidad y directora ejecutiva de la Fundación Daya, manifestó que “lo más importante es que se dejó fuera que las listas de independientes puedan pactar entre ellas y con fuerzas políticas, sin eso, no hay igualdad de condiciones”.
Además de lo anterior, desde que se aprobó el proyecto hasta la fecha oficial de inscripción de candidaturas- 11 de enero 2021- solo queda un poco más de un mes, lo que, claramente, dificulta aún más la posibilidad de que personas independientes puedan siquiera aspirar a postularse a constituyentes.
Una burla a los pueblos originarios: 18 escaños para los 10 pueblos de Chile
Otro de los proyectos que se encuentran en trámite es el que entregaría escaños reservados a los pueblos originarios. Hasta este jueves 10, la iniciativa seguía en discusión en la comisión mixta de la Cámara de Diputados, hasta que la sesión fue suspendida al no haber acuerdo sobre la entrega de un cupo para el pueblo afrodescendiente.
Cabe mencionar que durante la madrugada de este martes, la oposición aprobó la fórmula de 18 escaños: 9 supranumerarios y los otros restantes dentro de los 155 cupos del acuerdo del 15 de noviembre. No obstante, el oficialismo realizó una última oferta: 17 escaños para pueblos originarios y uno para los afrodescendientes, pero que estos se voten de manera separada.
Ante el proyecto, organizaciones del pueblo mapuche manifestaron su rechazo, solicitando 24 escaños supranumerarios, proporcionales al 12,8% de la población indígena, paritarios, con voto por autoidentificación y representación de los 10 pueblos reconocidos por el Estado y del pueblo afrodescendiente.
Claramente, los partidos del régimen son los responsables de que a un mes de la inscripción de las y los convencionales aún ni siquiera esté garantizada la participación mínimamente democrática de los pueblos originarios en la instancia ya amañada y llena de trampas. Y, no solo eso, la propia convención y su diseño- donde la derecha y los representantes de grandes empresarios tendrán poder de veto por sobre la mayoría- no permitirá que las reivindicaciones históricas, por ejemplo, del pueblo mapuche sean resueltas, tales como la devolución de las tierras- usurpadas por latifundistas y grandes forestales-, el derecho a la autodeterminación, el fin de la militarización de las comunidades mapuche, entre otras.
A la convención constitucional van representantes de empresarios, pero se limita la participación de dirigentes sindicales
Una traba más que tiene el proceso constituyente es la prohibición que tienen dirigentes sindicales para poder candidatearse a la convención. Sobre esto, este lunes, diversos sindicatos presentaron una solicitud a la Dirección del Trabajo para resolver inhabilidades de dirigencias sindicales en la convención constituyente. Los representantes de sindicatos exigen que se aclaren los efectos que traería la participación de dirigentes, en el marco de las inhabilidades, ya que suspenderían sus funciones sindicales desde el momento en que se presente la candidatura.
Desde los sindicatos agrupados en Primera Línea Sindical solicitan saber qué pasará con aspectos como el fuero sindical, el periodo que abarcaría este, y qué pasaría en aquellos casos en que la suspensión exigida por la convención impida continuar el funcionamiento correcto del directorio sindical.
A un mes de realizarse la inscripción de candidaturas, la participación con garantía de dirigentes sindicales tampoco está establecida en este proceso constituyente trucho. No quieren que la voz de trabajadores/as, de dirigentes sindicales, de pueblos originarios, de las y los jóvenes que despertaron a un país entero, se escuche, ni mucho menos tenga real poder de decisión.
Sin duda, la Convención Constitucional no es la Asamblea Constituyente verdaderamente Libre y Soberana por la cual peleamos en las calles. Y, solo mediante la movilización y la auto-organización de la clase trabajadora y el pueblo, en la perspectiva de la huelga general para sacar a este gobierno, podremos apostar a conquistarla y acabar con toda la herencia de la dictadura. Una AC sin ningún veto de minorías que buscan restringir la voluntad popular. Sin Piñera, sin este régimen y sin ninguna limitación de las instituciones actuales. Que pueda decidir sobre cualquier cosa por mayoría simple todos los temas que considere necesarios. Con derecho a voto y a ser electos a la juventud desde los 14 años de edad y sin ninguna limitación para dirigentes sociales y sindicales, los pueblos originarios y las mujeres. Con miles de representantes, elegidos 1 cada 20.000 electores, con posibilidad de revocabilidad del mandato y que todos los constituyentes ganen lo que mismo que una profesora.
Esta es la apuesta que se levanta desde las candidaturas de trabajadoras y trabajadores revolucionarios, impulsadas desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios, para denunciar las trampas y vetos de la convención, para enfrentar de forma consecuente a los partidos del sistema, y mantener en alto las demandas de la rebelión con la movilización de la clase trabajadora y el pueblo.
|