El presidente comenzó su conferencia danto una actualización sobre el caso del joven Rafael Méndez Valenzuela, un joven detenido a quien la interpretación de la ley había mantenido en la cárcel a pesar de haber cumplido su condena. En ese sentido es que el presidente envió una misiva a Arturo Saldívar, presidente de la Suprema Corte de Justicia, a quien describió como un "hombre íntegro, honesto y justo".
Tristemente, el caso de Rafael Méndez es sólo uno de muchos en un país donde se criminaliza a la juventud de diversas maneras, desde arrestos por la portación y consumo de drogas hasta detenciones arbitrarias en manifestaciones, como lo señala la histórica resolución de la CDHCDMX. El caso de Rafael Méndez tampoco es exclusivo de México, también en Estados Unidos se mantienen detenidos a varios presos a pesar de cumplir su condena, algo que se ha señalado como corresponsable a la vicepresidente electa de Estados Unidos, Kamala Harris, quien ha sido celebrada como la primer mujer vicepresidente en el gabinete de Joe Biden y resaltada como paladín de la comunidad negra a pesar de mantener a varios hombres negros en la cárcel para aumentar las ganancias del sistema penitenciario.
La criminalización de la juventud y las detenciones cuasi-perpetuas, así como los falsos positivos o "presuntos culpables" es una constante de un sistema capitalista que basa su justicia sobre un sistema punitivo que no pretende eliminar las causas de la desigualdad que genera.
En lo que se refiere a la controversial "rifa" del avión presidencial, el presidente tuvo a su lado a diversas funcionarias que desglosaron varias aristas del dinero recaudado y los gastos relacionados. Por su parte, Margarita González Saravia, Directora General de la Lotería Nacional, mencionó que se imprimieron 300,000 planillas, 6,000,000 de billetes (también llamados "cachitos"), 3,647,353 de éstos fueron vendidos a $500, recaudando $1,823,676,500, de igual forma se hicieron pagados premios $1,272,727,260, y se cotizaron gastos por pagos de impuestos a vendedores y otros gastos por $286,817,590 y el remanente al INSABI de $264,131,650, con "utilidad de beneficio social" del 96%. Señaló que este dinero se hizo "beneficiando al pueblo de México y en especial a escuelas y al sector salud".
Cabe preguntarse cómo es que se puede anunciar que esta recaudación es relacionada con el avión presidencial cuando en realidad éste sigue sin repartirse o deshuesarse, sino que es mediante una rifa con el bolsillo de los ciudadanos comunes que todo ese dinero se recaudó en primer lugar, dinero que no se fue para mejorar las condiciones y el presupuesto de los centros de salud, sino en conseguir ambulancias, mismas que, desde luego, serán útiles para las comunidades alejadas de los centros de salud y hospitales al interior de la república, pero que no van a resolver la falta de camas y espacio en medio de la pandemia por COVID-19 que mantiene a la mayor parte del país en alerta naranja.
Galia Borja, tesorera de la federación, explicó que, sobre las aportaciones de reducciones voluntarias que hicieron los funcionarios en concepto de aguinaldos se recaudaron $108.6 millones, mismos que se manejarán por parte del INSABI, el IMSS-Bienestar y la Beneficencia Pública para implementar el gasto de compra de 80 ambulancias.
Finalmente, Gisela Lara Saldaña, titular del programa IMSS-Bienestar, explicó que estas 80 ambulancias serán para 19 entidades: Campeche, Coahuila, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guerrero, Hidalgo, Estado de México, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Zacatecas. No es menor cuando decimos que poco ayudarán en el combate a la pandemia: entre los estados mencionados está Zacatecas, que se encuentra en semáforo rojo. Estas recaudaciones, en cambio, deberían ser gestionadas de manera democrática por los trabajadores de salud para que realmente sea destinado en la mejora de las instalaciones y la compra de equipo, como pueden ser equipos de protección personal o aparatos de asistencia respiratoria para los casos más graves, así como medidas que vayan destinadas en la liberación de camas en las Unidades de Cuidados Intensivos.
Mientras tanto, el ostentoso avión presidencial que Peña Nieto consiguiera sigue existiendo en algún hangar presidencial y su licitación se sigue pagando con los impuestos de las grandes mayorías. |