Con un discurso cargado de demagogia punitivista, el intendente Federico Achával, del Frente de Todos, reivindicó el plan de inversión de más de 500 millones de pesos que realizará junto con el gobierno provincial. Además de los móviles y armas, el plan incluye la integración de cien nuevos efectivos a los destacamentos locales de la Policía Bonaerense para el Operativo Sol 2021.
También felicitó a Kicillof por haber cedido inmediatamente a los reaccionarios reclamos de los policías amotinados en septiembre, cuando acudieron armados a la quinta presidencial de Olivos para exigir aumento de sueldo, de armamento y el cese de investigaciones a sus repudiables métodos represivos.
Llamativamente -en realidad, no- ni él, ni el gobernador o su encubridor ministro de seguridad Berni dijeron una sola palabra del caso Facundo Astudillo Castro, el joven desaparecido y encontrado sin vida cuatro meses después y en el cual hay abrumadora evidencia que apunta a la fuerza provincial como principal responsable.
Luego el esclavista Achával entró en modo “campaña electoral” y repitió su anuncio de hace dos días, de la construcción del Hospital Central de Pilar, dándose así un lavado de cara por su manejo sanitario de la pandemia. Pero todavía está fresco el recuerdo de la muerte de una joven enfermera del hospital Sanguinetti por Covid-19, después de reiterados reclamos de trabajadoras y trabajadores de la salud por falta elementos de protección y de personal.
El intendente y empresario kirchnerista Achával mantiene la misma línea de “invertir” en represión y pagos de deuda, mientras ajusta en salud, vivienda, alimentación y educación. Jamás recibió a la familia de la adolescente de Villa Rosa fallecida por desnutrición. Solo la movilización popular consiguió que los concejales respondieran al reclamo de familiares y vecinos. Una muestra de que ése es el único lenguaje que entienden los poderosos.
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