Convocada por la coordinadora Basta de Falsas Soluciones de La Plata, Berisso y Ensenada, marcharon ayer organizaciones de izquierda, ambientalistas y asambleas vecinales desde plaza Moreno hasta Gobernación. Denunciaron la avanzada extractivista de los gobiernos y el atropello de leyes ambientales conquistadas con la lucha.
En el marco de las jornadas en todo el país impulsada por la Coordinadora Plurinacional Basta de Falsas Soluciones, hubo acciones en defensa del ambiente en distintas ciudades. La coordinadora nació al calor de la pelea contra el acuerdo porcino con China y en defensa de los humedales y ya lleva varias acciones en conjunto. La crisis climática continúa acentuándose y nuestro país parece postularse como uno de los candidatos donde más se podría explotar recursos de manera catastrófica.
En defensa del agua, contra la megaminería
Uno de los puntos centrales de la convocatoria fue el “No a la megaminería en Chubut”, que en estas semanas se volvió una lucha masiva en la provincia contra el gobierno de Arcioni que pretende antes de fin de año, aprovechando las fiestas, aprobar el repudiado proyecto de zonificación minera que permitiría este tipo de explotaciones que tanta miseria y degradación ambiental deja en las provincias que la adoptaron.
Pero lo que vive Chubut no es un hecho aislado: el plan del gobierno nacional es extender y profundizar el agronegocio, el fracking y la megaminería para recaudar divisas (las pocas que dejan las grandes multinacionales saqueadoras) no para satisfacer necesidades populares sino para pagar una deuda millonaria además de ilegal e ilegítima. Un ejemplo claro de esto es que, apenas comenzado el mandato de Alberto Fernández, en Mendoza tanto el oficialismo (UCR) como la oposición peronista pactaron la modificación de la Ley 7722 que protege al agua de químicos como el cianuro para la megaminería. La respuesta popular fue un no rotundo de parte del pueblo mendocino que hizo retroceder esta intentona.
El acuerdo porcino con China que se buscó firmar a nivel nacional fue otra de estas cuestiones. Un acuerdo que casi irónicamente se buscó firmar en momentos de crecimiento de la pandemia a nivel nacional y mundial, aún con todo el riesgo ambiental (con potencial pandémico incluido) que este conlleva. Si bien sigue estando en la agenda instalar las megagranjas porcinas, buscando en lugar de un acuerdo nacional, acuerdos provinciales como el que Capitanich en la provincia de Chaco firmó, la organización en las calles continúa y ofrece resistencia.
Ante los incendios forestales, en su mayoría ocasionados de forma adrede, en virtud de garantizar la especulación inmobiliaria y el agronegocio, el Frente de Todos ni siquiera estuvo a la altura de pelear hasta al final por una Ley de Humedales por la que el movimiento ambientalista aún sigue luchando.
Las claves en la región
Con estas demandas nacionales y provinciales confluyeron las regionales: en la movilización estuvieron presentes vecinos organizados contra la contaminación de Copetro, una multinacional que calcina carbón de coque y que lleva 39 años cubriendo de hollín a trabajadores y pobladores cercanos a la planta; también estuvieron presentes de la Asamblea Vecinal Barrio Norte y el espacio Inundados de La Plata, que reclaman obras para que no vuelvan a suceder inundaciones como la del 2013 en la ciudad. También formaron parte de la convocatoria vecinos organizados en defensa de humedales de Berisso y Ensenada. Es un buen ejemplo de coordinación, la confluencia de estas demandas locales con las que atraviesan al país de conjunto. Los partidos, representantes políticos tradicionales y organismos como la OPDS en la provincia o el ministerio de ambiente que hoy parece no existir, de conjunto son los que priorizan ganancias privadas frente a la salud de millones y nuestro medio ambiente.
