Esta huelga planteó entre sus demandas, más allá del reajuste salarial (75,33% de aumento), la denuncia de la precarización y la destrucción de la educación pública en el estado de San Pablo, por medio de la desvalorización del trabajo docente, aulas superpobladas, infraestructura precaria, entre otros ejemplos.
Además la huelga enfrentó la intransigencia de Alckmin frente a la cuestión de la educación pública en el estado. El gobernador tucano (PSDB) se negó a negociar las demandas de la huelga con los profesores en lucha desde hace más de 3 meses y trasladó la fecha de paritarias del sector de marzo al mes de julio.
Esta fue una de las más importantes huelgas del último período, a pesar de no haber finalizado en negociaciones con el gobierno y no haber obtenido sus demandas, pero abrió la posibilidad de una reorganización de los profesores que salieron a la lucha. Así, la principal conquista de la huelga fue la organización de un nuevo activismo de base del sector, que se desarrolló en varias regiones del estado.
En estos 92 días los profesores de las escuelas estaduales realizaron cortes de avenidas, organizaron actividades en cada escuela con la comunidad y otras acciones como parte de la huelga. Los comandos de huelga fueron fundamentales para llevarlas adelante.
Sin embargo, vemos que la huelga de los profesores de San Pablo podría haber sido mucho más masiva y que podría, incluso, preparado posibles condiciones para un triunfo contra los ataques del gobierno de Alckmin, si los comandos de huelga hubiesen efectivamente dirigido las acciones de lucha durante el conflicto; si se hubiesen expresado en asambleas y en las intervenciones durante los actos. Pero tanto la dirección burocrática y oficialista del gobierno de Dilma de la APEOESP (Sindicato de Profesores del Estado de San Pablo), como las oposiciones sindicales estuvieron en contra de esta propuesta, de que la huelga fuera dirigida por los comandos de huelga.
Lo que quedó claro para todos es cómo el gobernador Alckmin está dispuesto a atacar la educación pública en el estado, con recortes presupuestarios, despidos, sobrepoblación de aulas y la continuidad de la infraestructura precaria en la inmensa mayoría de las escuelas, avanzando en la precarización del trabajo docente.
Es necesario señalar también, que si ninguna de las demandas fue concedida, se debe a la intransigencia del gobierno de Alckmin pero también a la actuación de la dirección de la APEOESP que no tuvo ninguna política para masificar la huelga, no se propuso unificarla con otros sectores en lucha en el país, como los profesores de Paraná, y a su negativa a que fuesen los comandos de huelga de base quienes estuvieran al frente de la dirección y organización de la lucha.
La huelga finalizó ayer. Sin embargo, es necesario que los profesores continúen organizados, ya que ninguna de las demandas fue concedida y a su vez, el gobierno prepara nuevos ataques contra la educación, como la reforma curricular de la enseñanza media, que pasaría a entrar en vigencia el próximo año. Con esta reforma, solo disciplinas como portugués y matemática serían parte del curriculum obligatorio de los estudiantes, y el resto de las materias a elección de cada alumno. Esta medida, en la práctica, significará despidos de miles de profesores de la red pública.
De esta forma el fin de la huelga no significa el fin de la movilización de los profesores y para lograrlo es fundamental la construcción de un encuentro, de los comandos de huelga, compuestos por todos los sectores que construyeron la huelga para discutir las demandas de movilización y la continuidad de la lucha. | 
