Este último miércoles el oficialismo aseguró que antes de navidad llegarían a nuestro país las primeras 600 mil dosis de la Sputnik V. Hacia la noche ya era "antes de fin de año".
Trascendieron mundialmente las declaraciones de Putín explicando que los científicos no recomiendan aplicar la vacuna a mayores de 60 años y por eso él no se la daría ( debido a que todavía la fase 3 de la Sputnik V no avanzó, a ser probada en esa franja etaria).
Estas palabras del presidente de Rusia aparentemente agarró por sorpresa al Gobierno, sobre todo porque Alberto Fernández había dicho días atrás que los primeros en recibir la vacuna, además del personal sanitario, serían los adultos mayores. Luego el propio Gobierno dejó transcender que estaba al tanto de esa restricción, se supone que momentánea, de esta vacuna. Pero de ser así queda menos clara todavía la afirmación del presidente, de días atrás.
También tomó por sorpresa, de manera increíble, a la delegación argentina que viajó a Rusia para convenir las cuestiones de logística, habilitaciones y confirmar pruebas, etc. Esta delegación está encabezada por la vice ministra de Salud Carla Vizzotti, la asesora presidencial Cecilia Nicolini e integrantes de la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), organismo que cuenta con uno de los mayores controles sobre medicamentos, a nivel mundial.
Estas idas y vueltas y declaraciones de líderes como Putín, que transcienden a último momento, tienen el trasfondo de la carrera por el lucro capitalista y el prestigio que dará ser el primer país (y laboratorio) que pueda fabricar no solo suficientes vacunas, sino que sean fiables.
Ya diversos epidemiólogos y científicos están advirtiendo que los países dependientes estarán últimos en la fila para la adquisición de vacunas contra el Covid-19, primeros estarán los países imperialistas y con mayor poder adquisitivo. Por ejemplo, se sabe que al continente africano, la vacuna recién llegaría en el transcurso del 2022.
De esta manera, el Gobierno del Frente de Todos volvió a trastabillar, mientras los medios opositores de derecha aprovechaban para hacer campaña por la vacuna norteamericana Pfizer, que hoy presentó en Alaska, Estados Unidos, a otro trabajador con reacciones alérgicas luego de haberse aplicado la vacuna.
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