En una maniobra escandalosa por parte de la Organización Provincial de Desarrollo Sostenible (OPDS) y el Ministerio de Desarrollo Agrario bonaerense, el parque Pereyra Iraola podría perder su categoría de Reserva de Biosfera ante la UNESCO, favoreciendo a los intereses inmobiliarios de la zona.
Según Fernando Pieroni, de la asamblea en defensa de Pereyra Iraola, “si el parque queda desprotegido, no nos sorprendería si un día vemos que están construyendo un country o loteando lugares hermosos que son de todos para hacer barrios cerrados de categoría C como estamos acostumbrados a ver en Berazategui”.
“Hay que hacer fuerza entre los que más podamos, porque sería algo muy triste que llegue a pasar algo así con el parque Pereyra. Creo que los que vivimos en la zona nos criamos en el parque Pereyra y me gustaría que el día de mañana mis hijos también se críen ahí”, agrega.
La reserva es la zona de mayor biodiversidad de la provincia, cuenta con más de diez mil hectáreas y 132 especies forestales entre las introducidas y las autóctonas. También cuenta con humedales y es una de las zonas de recarga del acuífero Puelche, gracias al cual los habitantes aledaños se proveen de agua.
En 2008 el parque Pereyra Iraola fue clasificado por la Unesco como Reserva de la Biosfera, rango que compromete a las autoridades provinciales a asegurar el cumplimiento de tres funciones fundamentales: conservación, desarrollo y apoyo logístico. Pero el Gobierno no lo ha hecho.
Debido a que el Gobierno provincial en 2018 presentó un informe incompleto e inexacto que fue rechazado, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación solicitó a finales de abril al OPDS y al Ministerio de Desarrollo Agrario bonaerense que presenten el Informe de Revisión Periódica de la Reserva.
El Gobierno provincial tenía tiempo hasta el 30 de septiembre de 2020 para enviar el informe, pero aún no lo ha hecho, lo que pone en serio riesgo la consideración del parque como Reserva de Biósfera.
Es de mucha importancia recordar que una de las observaciones centrales que realizó la Unesco es que no está suficientemente protegida la zona núcleo, sobre todo en su límite con la zona de proyectos inmobiliarios de Hudson, donde se vienen arrasando los humedales y bosques marginales para la construcción de barrios cerrados.
La localidad pertenece al Municipio de Berazategui, que es presidido por el intendente Mussi (FDT). “En más de una oportunidad el intendente Mussi ha dicho públicamente que el Parque Pereyra tendría que ser administrado por la Municipalidad”, nos informan defensores del parque. “Su argumento es que son tierras de Berazategui, sumado a las condiciones de abandono en que se encuentra el parque. Incluso en el grupo Berazategui 2050 se parte de esa premisa de trabajo”.
“No podrían (quedarse con el parque) aunque quisieran, porque la administración del parque es y debe ser de jurisdicción provincial”, señala Alba Ale, guardaparque del lugar. “Los municipios del territorio, que son Berazategui, Ensenada, La Plata y Florencio Varela no tienen injerencia en el manejo y la administración. Solo les tocó estar territorialmente en el lugar”.
La Reserva de Biósfera Pereyra Iraola y el grupo al que pertenece el Foro en Defensa del Río de la Plata, la Salud y el Medio Ambiente pidió explicaciones al OPDS, responsable de hacer cumplir lo que establece la Unesco, pero, como es habitual, no se obtuvieron respuestas, dejando al parque expuesto a perder la categoría.
Por eso, desde la asamblea en defensa de Pereyra Iraola convocan a los vecinos a que se sumen a la lucha y a las movilizaciones en apoyo a la reserva, porque la única salida a la avanzada del Gobierno y las empresas contra nuestros recursos y bienes naturales está en las calles.
“Estamos convocando a manifestaciones pacíficas. Hicimos una el sábado en el Arco a Villa Elisa, en 403 y Camino Parque Centenario. Vamos a convocar a muchas más hasta obtener la respuesta que estamos buscando”, dice Pieroni.
“Es un privilegio que contemos con un lugar de esa magnitud, con la biodiversidad que tiene, con la inmensidad de edificios culturales e históricos. Es el único lugar puro que hoy nos queda y tenemos que cuidarlo, luchar para que esa categoría se siga manteniendo y dejemos de ver barrios cerrados plantados por cualquier lado, que son un privilegio para unos pocos”, concluye.
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