El pésimo manejo de la pandemia del covid19 por parte del gobierno, contribuyo a profundizar la crisis social y económica, destruyendo miles de fuentes laborales, precarizando aun mas las condiciones de trabajo. La incertidumbre sobre el escenario económico es algo que pesa a la hora de tomar decisiones por parte de los sectores empresariales y el gobierno, mostrando nuevamente que no pasa por sus cabezas buscar mejores condiciones de vida para las grandes mayorías, sino todo lo contrario, como ya ha sucedido durante la pandemia, buscan que los costos de la crisis la paguen los trabajadores y el pueblo.
¿Cuál es la propuesta del gobierno?
La propuesta del gobierno ingresada por medio de Hacienda, busca establecer un reajuste salarial de un miserable 2,7% para los funcionarios que reciben ingresos mensual de hasta 1.5 millones, mientras que para sueldos mas altos plantean un aumento de un 0.8%.
Este jueves luego de muchos debates dentro de la Cámara de Diputadas y Diputados, se rechazó por 45 votos a favor y 60 en contra, la idea de legislar la propuesta emanada desde el Ejecutivo. Esto obliga al gobierno a insistir con el proyecto dentro del Senado, donde deberá apelar a más de 2/3 para que su propuesta sea aprobada. El gobierno miente al decir que con este proyecto lo que buscan es "reajustar de forma prudente y diferenciada los salarios de los trabajadores (as) del sector público, privilegiando a quienes perciben menores remuneraciones”, considerando la mezquina propuesta.
Como se puede ver, ni siquiera con las condiciones que nos arroja la pandemia el gobierno piensa en las grandes mayorías. Recordemos que eran los mismos que en medio de las manifestaciones por el hambre, comían paté de jabalí, entre otras costosas excentricidades.
¿Cómo enfrentamos este reajuste marginal?
Diversos organismos sobre todo del sector público vienen planteando movilizaciones que partirán este lunes 21 de diciembre y se mantendrán durante la semana. Si bien son manifestaciones que se plantean con bastante retraso respecto al debate que había comenzado semanas atrás, tienen un importante límite, y es que son acciones testimoniales en su mayoría, donde estarán los dirigentes de la CUT y la ANEF, principalmente metropolitanos, mientras en los distintos puntos del país no se viene anunciando ninguna coordinación nacional para enfrentar el ajuste salarial del gobierno.
Las mesas de negociaciones, sin movilizaciones de fondo y sin establecer pisos mínimos que respondan a las necesidades de los funcionarios públicos, se terminan transformando en las portadas que utiliza el gobierno para mostrar “dialogo” y “unidad”, cuando realmente busca todo lo contrario.
El camino de la rebelión de octubre mostró que existe la forma para poder conquistar nuestras mas profundas demandas, esta es la movilización y la paralización de las funciones en nuestros lugares de estudio y trabajo, además de fortalecer la coordinación y organización de distintos sectores. Hay que dejar en claro que nuestras vidas valen mucho más que sus ganancias. | 
