En el marco de la huelga nacional de aceiteros que ya lleva más de dos semanas, los trabajadores de la empresa Dánica de la planta Llavallol se encuentran en lucha. Su pelea tuvo varios conflictos contra el Grupo Beltrán que pretende lograr el reencuadramiento de sus trabajadores al convenio de alimentación mediante extorsión, además de precarizar sus condiciones laborales.
Los trabajadores se vienen oponiendo con medidas de fuerza y luchando además por la reincorporación de dos despedidos en el marco de su conflicto: Lucas Suarez y Hugo Fiorini.
La pelea por la paritaria nacional 2021 se mantiene firme, pero en Dánica todavía le deben los aumentos pautados en 2019.
Mientras tanto, el gobierno mantiene un silencio cómplice con las patronales aceiteras que se aprovechan de la pandemia para imponer una reforma laboral de hecho ajustando a los trabajadores, y no deja de dar señales de que va a defender los intereses patronales como lo hizo con la vaciadora Vicentin o con los pedidos de ajuste del FMI del cual la nueva fórmula de movilidad jubilatoria es un ejemplo.
Los aceiteros muestran lo que sería capaz de hacer la clase trabajadora, en particular aquellos que ocupan posiciones estratégicas, si se uniera y se coordinara con otros sectores como los que pelean por tierra y vivienda, y encabezara las luchas para enfrentar a los capitalistas que sólo piensan en sus ganancias.
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