Este lunes el ex ministro de Defensa y actual precandidato por Renovación Nacional (RN), Mario Desbordes, dio una entrevista para Radio Bío Bío, en la cual se refirió a una serie de materias de interés público.
Sobre la pandemia
Sobreel rol que debiera jugar el próximo presidente de la república, el líder de RN manifestó su preocupación frente al escenario sanitario actual, y frente a una eminente una segunda ola producto del COVID 19.
“Complejo porque la pandemia va a seguir presente. Esto de que nos vamos a vacunar y terminó todo es un error. Lo segundo es que vamos a estar ojalá saliendo de una crisis económica tremenda” refirió el ex ministro, agregando “Buena parte de nuestros socios comerciales no van a estar aún saliendo de la pandemia (…), la situación económica con millones de desempleados va a estar todavía bastante complicada”.
No es de extrañar siendo que para Desbordes como para el conjunto de la derecha se encuentra en la reactivación económica, como si esto fuera suficiente para resolver el desempleo, las cientos de miles de suspensiones laborales, y el aumento en la precariedad de la vida de miles de familias trabajadoras.
Sobre el Proceso Constituyente y las resonancias laguistas
En lo que refiere a la Convención Constitucional, Desbordes remarcó que el próximo presidente no debiera conducir el proceso, ya que habría que respetar el carácter autónomo del organismo, y que a lo que debiera apostar, sería a la capacidad de diálogo.
“No puede el gobierno de turno pretender conducir o liderar esto, no corresponde, pero sí le va a tocar un rol articulador, de colaborador, facilitador, y en eso tiene que haber una persona que tenga la muñeca como para poder satisfacer una serie de demandas”, señaló el ex jefe de la cartera de Defensa.
Y sobre la función de las campañas presidenciales durante el Proceso Constituyente, se ubicó como una forma de mediación entre la derecha más dura, y la izquierda expresando:
“Yo creo que tenemos que sincerar posiciones cada uno. Quiénes están dispuestos, abiertos al diálogo, y algunos que van a querer bloquear todo en esta Constituyente porque quieren mantener hasta la última coma de la actual Constitución —incluso volver atrás a la Constitución original del 80— y otros que dicen ‘mire este proceso a mi no me parece, yo quiero otro modelo completamente distinto, y por lo tanto, si no me dan el todo, no voy a aprobar nada", claramente alimentado e irradiando el discurso de que cualquiera de los extremos es malo.
Sin embargo para coronar este burdo intento con el que Desbordes intenta ubicarse, llegando a un sector de “centro progresista”, salió a colación el nombre del ex presidente Ricardo Lagos, figura insigne de la Concertación, en la privatización de derechos sociales, y grandes acuerdos en beneficios del gran empresariado.
“Yo creo que muchas cosas de la actual Constitución, que es la del 2005 —la del presidente Lagos— habría que mantenerlas, pero hay que hacer cambios importantes”, manifestó.
Sobre el rol del Estado y educación
Por último sobre el rol del Estado, Desbordes manifiesta su visión sobre el Estado, donde en materia de su función subsidiaria señala “La subsidiaridad como está planteada en nuestra Constitución, aunque no la señala, no la define, pero por dios que marca el texto constitucional, que es tan negativa la lógica del texto y de todas las normas complementarias”, colocando como ejemplo una mejor funcionalidad del Metro por sobre el Transantiago, al ser una empresa directamente del Estado.
En el caso de educación, buscando ubicarse nuevamente como progresista, manifiesta que no tiene una posición en contra de “la buena educación en los buenos colegios”, pero que hay “algo está pasando en donde no hay cancha pareja, no hay igualdad de oportunidades”, y que “no se pue reproducir un modelo en donde hay un grupo de liceos públicos que son los buenos y todo el resto de la educación pública está atrás, entonces lo que hay que hacer es modernizar la educación pública” de acuerdo a lo signado por el mismo medio Bio Bio.
¿Desborde el Paco progresista?
Las salidas tanto de Sebastián Sichel, como de Mario Desbordes al gabinete del Congreso, marcan el camino de aquí a las próximas elecciones presidenciales, en que la derecha en medio de una profunda crisis en sus partidos tradicionales Renovación Nacional (RN), y la Unión Demócrata Independiente (UDI), buscan salir de las fricciones y disputas internas.
Esta precandidatura de Desbordes plantándose como el heredero del “Acuerdo por la Paz” del 15 de Noviembre, el documento de traición firmado por todo el espectro de la superestructura política desde la derecha a la “Oposición”, incluido el frente amplio, es el sello de su discurso.
Frente al aplastante triunfo del “Apruebo” el pasado 25 de octubre, y las expectativas de amplio sectores de masas, busca ocupar el lugar de una suerte de “progresismo” de Chile Vamos, pero que no es más que una hipócrita fachada que busca la perpetuación del modelo de la dictadura, como bien apareció defendiendo a través de un discurso hace unos días.
El ex Carabinero que busca llegar a la presidencia, como una renovación de la derecha clásica, pero que es más de lo mismo, precariedad para el pueblo trabajador, cárcel para quienes se manifiestan contra este sistema de miserias, e impunidad para los criminales, asesinos, y violadores de derechos humanos, provenientes de las “fuerzas del orden y seguridad”. | 
