"Anunciamos que no seremos los trabajadores los culpables del cese de operaciones (y) la empresa decidió cancelar vuelos indefinidamente. Parece que dejan morir a Interjet y querían que nosotros, los trabajadores, fuésemos los culpables", declara la sección 15 de la CTM en un comunicado interno.
Apenas el lunes 21 de diciembre tuvo lugar una reunión de la que participaron representantes sindicales, autoridades de las secretarías de Gobernación, Comunicaciones y Transportes, del Trabajo y de la Agencia Federal de Aviación Civil y directivos de la empresa.
Carlos Bello, director general de Interjet, señaló que el pago de los salarios y prestaciones adeudadas a los trabajadores depende de que se llegue a un acuerdo con el SAT.
Bello afirmó que la compañía ofreció al SAT pagar su deuda fiscal con material médico, como mascarillas, para poder conseguir capital de inversionistas y seguir volando. Sin embargo, hasta ahora el gobierno rechazó la oferta. Los directivos anteriormente habían solicitado al gobierno la transferencia del adeudo de impuestos a la empresa Servicios de Personal del Estado de México, una petición que también fue rechazada.
Francisco del Olmo, líder de la sección 15 de la CTM, informó que si para la próxima reunión con los directivos y autoridades gubernamentales aún no se pagó el adeudo de salarios de los trabajadores, estallarán la huelga el 8 de enero próximo.
En distintos sectores donde tiene la representación sindical, la CTM viene avalando los despidos masivos y las rebajas salariales. En el caso de Interjet, mientras los trabajadores enfrentan el adeudo de varias quincenas y prestaciones, su política es conciliar con los directivos de la aerolínea, impeler a los trabajadores a mantener labores incluso sin pago y pospusieron la huelga en varias oportunidades.
Desde marzo, los dirigentes sindicales impusieron a los trabajadores la aceptación de recortes salariales del 50%, jornadas laborales ilegales y 235 despidos.
Mientras los dirigentes de la CTM ofician de agentes de la patronal para contener la indignación las y los trabajadores que con su labor mantuvieron en marcha la aerolínea hasta el reciente anuncio de cancelación de todos los vuelos, son estos últimos quienes viven en la incertidumbre y con el riesgo de perder su empleo en medio de la pandemia, ante los inversionistas y directivos de Interjet que están dispuestos a desaparecer sin pagar.
La empresa argumenta la crisis para no pagar los salarios y las prestaciones, en particular el adeudo al SAT. Pero no se puede confiar en los directivos ni en los representantes de la CTM. Es necesario exigir la apertura de los libros de contabilidad, para que puedan ser revisados por trabajadoras y trabajadores de base.
Con la lucha, que debe ser rodeada de las más amplia solidaridad -empezando por las centrales sindicales que se reivindican democráticas, como la UNT y la Nueva Central de los Trabajadores-, las y los trabajadores deben luchar por la reinstalación de todas y todos los despedidos y exigir al gobierno la expropiación sin pago de la aerolínea, para cobrar la deuda tributaria de los empresarios.
Junto con eso, las y los trabajadores son quienes pueden poner a funcionar nuevamente la empresa, bajo su propio control. Ese es el camino para que la crisis la paguen los empresarios, que fueron quienes la provocaron.
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