“Unidad de los trabajadores, y al que no le gusta se jode”, un cántico que se repite en movilizaciones, piquetes y luchas, coreado por obreros de base y dirigentes sindicales por igual. ¿Pero se trata de una orientación real, una expresión de deseo o un saludo a la bandera en los días de fiesta?
En la planta de Dreyfus Gral. Lagos, los trabajadores Aceiteros juntaron más de 13.000 pesos para “los chicos del call center". En Hey Latam, esos chicos que pelean contra los despidos recolectaron decenas de juguetes para que los niños de Magaldi tuvieran una alegría en navidad. Para quienes pudimos verlas, fueron escenas conmovedoras de solidaridad de clase y unidad obrera.
Las experiencias concretas de los Aceiteros, Hey Latam y Magaldi marcan un camino promisorio. Unos por salario, otros por el puesto de trabajo, y otros por el derecho a la vivienda. Unidos en la lucha, tres sectores bien distintos pero que comprenden que pertenecen a la misma clase, que toman conciencia de que si gana uno de ellos se fortalecen todos.
El Fondo de Lucha es una herramienta histórica de la clase obrera, fundamental para unir a los trabajadores, elevar la moral y sostener los conflictos que tanto las patronales como los gobiernos apuestan a derrotar por la fuerza del hambre.
La verdad es que no se trata de algo que se vea en acción con frecuencia. Las conducciones gremiales, más bien, tienden a separar las luchas por rama o por convenio, aislando los conflictos. A lo sumo ensayan frentes circunstanciales por arriba entre dirigentes o corrientes para reforzar tácticas muy puntuales, pero cuidando siempre de no mezclar las bases. Es muy raro ver un sindicato impulsando un fondo de lucha o colaborando en algún conflicto en otra rama. Raro, por no decir improbable.
Pero veamos más allá. Imaginemos una gran movilización de todos los sectores en lucha, con los aceiteros, los operadores de Hey Latam y las familias de Magaldi, pero también con los choferes de colectivo, los estatales, médicos y enfermeras, los docentes. Todos peleando por un programa común que parta de defender el salario y los puestos de trabajo, y por el derecho a tierra para vivir. Que repudie al FMI y su deuda fraudulenta, para imponer una salida favorable a los trabajadores, y que la crisis la paguen los capitalistas. Unidad para vencer.
El combate contra el corporativismo y la lucha por la unidad real de las filas obreras son prioritarios. Ese es el norte del Movimiento de Agrupaciones Clasistas, que interviene en los sindicatos para fortalecer estas tendencias. Contra las burocracias que dividen a nuestra clase y negocian con el gobierno y las patronales para preservar sus privilegios.
Por eso fueron de la Red de Trabajadores Precarios, con docentes de La Marrón y estudiantes de EnClave Roja, quienes llevaron el Fondo de Lucha de HL a Dreyfus. También participaron de la colecta de juguetes para los chicos de Magaldi. Son ejemplos dignos de ser imitados y desarrollados en todos los conflictos obreros que se abran, partiendo de la solidaridad hasta conquistar instancias mayores de coordinación y unidad.
Solidaridad de clase y unidad obrera, el camino es por ahí. |