La referente de Actrices Argentinas conversó con La Izquierda Diario sobre la legalización del aborto. “Es una advertencia a la criminalización del cuerpo de la mujer, pero sabemos que la lucha sigue”, sentenció.
A pocas horas de que finalmente el Senado diera la media sanción necesaria para transformar en ley la interrupción voluntaria del embarazo, en la noche de este martes la actriz Muriel Santa Ana conversó con Andrea D’Atri, referente de la agrupación Pan y Rosas y coordinadora de la sección Géneros y Sexualidades de La Izquierda Diario.
La charla se produjo cuando ya se sabía que la votación a favor del proyecto de legalización del aborto era prácticamente un hecho. Por eso, pese a lo “anticipado” de la charla, las definiciones de Santa Ana sirven para reflexionar sobre esta conquista histórica del movimiento de mujeres. Acá algunas de sus frases más relevantes.
“Nos vamos a acercar a la plaza para palpitar lo que va a ser una definición favorable para las mujeres y las personas con capacidad de gestar”.
“Son días donde se produce una especie de balance de todo lo escuchado, de todo lo hecho, sobre todo la historia del movimiento de mujeres en Argentina. A mí se me presentó un poco esa necesidad de recordar algunas cosas y de dejarme llevar un poco más por la emoción, estoy en un plano un poco más afectivo y emocional que en un plano de lógica y razonamiento, al menos en el día de hoy me pasa que estoy muy emocionada”
“La fuerza que trae esta ley creo que va a ser muy importante. Las implicancias todavía, por ahí, no las podemos adelantar (algunas especialistas tal vez sí lo hagan). Pero la fuerza de estos últimos dos años y pico, o si tomamos el Ni Una Menos como este germen un poco más combativo, es inédita.
“Hace poco leía un artículo de (Rita) Segato que, más que de ‘objetores de conciencia’, hablaba de ‘escrúpulo de clase’. Me parece que es algo que van a tener que revisar ahora estos médicos ‘objetores’ que, tal vez (no voy a generalizar, por supuesto) muchos no hagan esta práctica en instituciones (públicas) y sí la hagan en forma privada, cobrando fortunas a mujeres que no pueden pagarlo. Revisar esas contradicciones, esas hipocresías de las que tanto se ha hablado”.
“También es un mensaje para la Iglesia, sin duda”.
- “Son enormes las implicancias de esta ley. Argentina es un país rarísimo (risas)... digo rarísimo también por su potencia, por su capacidad de potenciar cosas que por ahí en países vecinos se organizan de otra forma. Creo que la legalización del aborto pone una advertencia sobre todo lo que tiene que ver con la criminalización de la mujer, sobre el cuerpo de las mujeres. Porque los femicidio no han bajado. Entonces está todo relacionado con (para traer otra palabra de Segato) la ‘dueñidad’ sobre los cuerpos de las mujeres”
“No se trata solamente de legislar, sino de educar. Porque mientras se siga matando a las mujeres solo por el hecho de ser mujeres, claramente hay algo que la sociedad no está leyendo. La ceguera que hay es muy grande”.
“En muchos países donde el aborto es legal la lucha no baja los brazos. En Estados Unidos lo que pasa que los Estados empiezan a darle de baja a esa posibilidad, las mujeres tienen que trasladarse a otros Estados. En Italia tienen que viajar a Suiza o no sé a dónde para abortar porque son todos objetores de conciencia. O sea tienen la ley pero todas las instituciones se han declarado objetoras de conciencia”.
“Acá, con tranquilidad, hay que hay que pensar cómo la vamos a seguir. Porque sale la ley pero después tenemos que ver cómo hacemos para que se cumpla. Hoy, con la ley que ya teníamos, igual las niñas son obligadas a parir y hemos tenido casos terribles. Por eso, vamos a ver qué pasa”.