La promesa de 900 viviendas en un distrito donde datos del censo de 2010 arrojaron que casi el 40% de la población de más de 300 mil habitantes, vivía para ese año en hogares con déficit habitacional, hacinamiento crítico y necesidades básicas insatisfechas como falta total o parcial de agua, es la postal con que el intendente del Frente de Todos Juan José Mussi se despide del año, como si por cambiar de fecha, todo volvería a comenzar desde 0.
Sin embargo, el peronismo, la coalición de gobierno que pelea entre sus distintas alas por quién encabeza en la provincia de Buenos Aires en las próximas elecciones y; los distintos armados electorales de la provincia gobernada por el kirchnerismo de Axel Kicillof, lleva consigo la historia reciente y marcada a fuego que le deja el 2020: la brutal represión a las familias de Guernica de la mano de Sergio Berni, familias que hasta el día de hoy siguen peleando por tierra para vivir y por su casa propia.
En este marco el gobierno nacional anunció un miserable plan de poco más de 3 mil viviendas para cuatro distritos juntos, cuando el gobierno provincial kirchnerista, con el aval de Alberto Fernández, viene de ser responsable de que la policía bonaerense desalojara los predios de Guernica para construir barrios privados, a la vez que, esta misma policía bonaerense al mando de Berni, quemó y pasó con topadoras por las casillas de la gente.
A su vez que este martes la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de movilidad jubilatoria que impulsó el oficialismo, que implica un nuevo robo a las jubiladas, los jubilados y las beneficiarias de la Asignación Universal por Hijo (AUH) en medio del debate en la Cámara de Senadores por el aborto legal.
El partido de Berazategui tiene una población de 324.244 habitantes de acuerdo a los resultados del Censo 2010, con un crecimiento del 12,6% en relación al conteo anterior (cada 10 años). Cuenta a su vez con una particularidad, que son sus barrios privados, construidos de manera ilegal en la reserva natural más austral del planeta, en la localidad de Hudson.
El intendente Mussi y su familia gobiernan el distrito hace más de tres décadas junto al peronismo y sus diferentes coaliciones.
En todos estos años se favoreció a la creación de barrios para ricos en zonas de reserva natural, con calles e iluminación de lujo, entradas y salidas de autopista para vehículos de alta gama.
"En 33 años de gestión se crearon 33 barrios privados y 3 barrios populares" dijo Ernesto Salgado, miembro del Foro Regional en Defensa del Río de la Plata, la Salud y el Medio Ambiente en una entrevista radial local.
La cuestión de la vivienda es vital, en el sentido de pelear por un verdadero plan que resuelva de fondo las necesidades básicas del pueblo trabajador, un plan que no esté atado a los designios del FMI, al cual los intendentes del conurbano se vienen alineando, aceptando sin chistar estos planes miserables luego de que muchos de ellos gobiernan hace más de 30 años y sus distritos tienen problemas estructurales graves.
A su vez, hoy la situación del agua en el distrito es crítica y es el mayor reclamo que la población manifiesta sumado a los reiterados cortes de luz y que cada año empeora.
La respuesta casi anecdótica del municipio en general es "rotura de caño", algo que hasta parece una broma de mal gusto. Sin embargo, es sabido que los barrios privados cuentan con pozo propio de agua y por supuesto no padecen las penurias que sí padecen los barrios aledaños.
Los barrios privados además son parte de los negociados con las empresas constructoras que saquean el suelo para rellenar y construir sus enormes verdaderos "paraísos ajenos". Estos negocios son parte de la explotación minera de la tosca, que está ligada al extractivismo.
La pelea no puede ser siempre "un poquito es mejor que nada" porque se demuestra año tras año que la situación es cada vez peor. Sobre todo cuando el eje es explotar los recursos naturales para que unos pocos vivan como reyes a costa de una gran mayoría que no tiene casa propia, alquila o no tiene agua, mientras el estado recolecta los dólares para pagarle al FMI.
Intendentes y gobernadores se pelean por cómo y quién administra las migajas que el gobierno peronista de Alberto Fernández promete para el año próximo, en el mar de una pandemia que aún no está controlada y con la mitad del pueblo trabajador en el límite de la pobreza.
El gobierno peronista de Alberto Fernández y aliados, se preparan para profundizar el ajuste sobre las espaldas del pueblo trabajador de la mano de más represión. La pelea por vivienda digna en plena pandemia que se despertó en todo el país, siendo Guernica el ejemplo emblemático, muestra la decadencia del sistema capitalista y sus estados que por un lado dan respuestas insuficientes y miserables a los problemas de las grandes mayorías, favoreciendo a los grandes empresarios, pero también, que hay grandes sectores de la juventud que fueron parte de la primera línea de Guernica, las mujeres y disidencias que acaban de conquistar el derecho a decidir y que siguen en pie para seguir luchando por sus derechos, el exitoso paro de los trabajadores Aceiteros, las grandes movilizaciones por el agua y contra la megaminería en Chubut, es decir, sectores que no están dispuestos a resignar su futuro por la miseria de lo posible y que coordinando pueden transformarse en un verdadero polo de resistencia a los planes del FMI y que se plantee dar vuelta todo. | 
