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En Concepción formalizarán a 8 nuevos carabineros por crímenes durante la rebelión. 3 son las causas: falsificación de parte policial, apremios ilegítimos y lesiones. Crímenes sufridos por estudiantes, y que se suman a los miles de denuncias por violaciones a los derechos humanos, aún sin investigación.
La justicia tiene carácter de clase, funciona en favor de los cuicos y de “las autoridades” políticas y militares. La fiscalía y la justicia han tomado menos de 80 casos, mientras que las denuncias son más de 5000. Y el puñado de los carabineros condenados gozan de arresto domiciliario. Según el INDH hay denuncias por 460 casos de torturas, 5 por homicidio, 35 por homicidio frustrado y uno por violencia innecesaria con resultado de muerte.
Mientras que según distintos organismos de derechos humanos e información de la fiscalía, hasta hoy se mantienen a 1373 personas en prisión preventiva o condenadas. La gran mayoría son por saqueos o desórdenes públicos. Y no olvidemos que durante la rebelión la policía detenía a quién podía, sin nisiquiera provocación. Y lanzaba perdigones, lacrimógenas y agua contaminada a las manifestaciones.
Los montajes también son conocidos, rondaron decenas de videos por internet de cómo cargaban a jóvenes que se movilizaban como la gran mayoría de Chile. Y se les acusó de desórdenes públicos o de “posesión de artefactos incendiarios”, teniendo solo de testigos a otros carabineros. Lo que confirma el montaje.
¡El que no salta es paco!
Un informe de Chile 21 muestra la desconfianza y falta de legitimidad que tienen cada uno de las y los pertenecientes a Carabineros de Chile. La sangre del pueblo trabajador con la que han manchado sus manos no logran lavarla. El 67% de la población rechaza su actuar, y un 68% piensa que no sirven para combatir la delincuencia o el narcotráfico. Además, otro dato interesante que muestra el informe es que un 77% de Chile ve claramente que existe discriminación de clase contra el pueblo, mientras que existen privilegios para los cuicos. Según Chile 21, entre los jóvenes los sentimientos de desconfianza y ilegitimidad aumentan.
Así se explica la existencia de toda una generación que venimos desafiando el orden neoliberal custiodado por la policía. No tan solo en Chile sino que en todo el mundo. Hong Kong, Estados Unidos, Francia, Perú, Colombia y Ecuador son solo unos ejemplos de esto. Se formó una primera línea de combate contra la policía para defender el derecho a manifestarse ante la represión asesina y para terminar con la crisis que afectan a los distintos países, intensificadas profundamente por la pandemia.
Suely Arancibia, quien es estudiante en el ex Pedagógico y candidata del distrito 10 por la agrupación anticapitalista Vencer y el Partido de Trabajadores Revolucionarios es parte de esa generación sin miedo, y plantea que:
"Este año quedó al descubierto la impunidad con la que gozan y pueden actuar los pacos, y no solo ellos, sino que también los responsables políticos de las violaciones a los derechos humanos como Piñera, Rozas, Chadwick y Blumel. No es posible que mientras los asesinos y represores continúan como si nada en sus cargos y puestos, hayan cientos de compañerxs que sigan presos solo por salir a luchar por una mejor vida para nuestros abuelos, hermanos, papás y contra el saqueo de los poderosos a nuestras vidas desde la dictadura hasta hoy.”
Además estamos ad portas del proceso constitucional, que como hemos venido denunciando en la Izquierda Diario desde el mismo 15 de noviembre (día en que se firmó el pacto por la impunidad y la nueva constitución), está lleno de trampas, y que fue firmado a espaldas y sobre los muertos del pueblo trabajador, para desviar la fuerza en las calles a un segundo congreso, renombrada de convención constitucional.
Ante esto, Suely plantea:
“No podemos permitir que se celebre una convención constitucional con presos políticos en las cárceles y los violadores de DDHH en completa impunidad. Con la fuerza de nuestra movilización y la unidad con las y los trabajadores tenemos que imponer la libertad de nuestros compañeres, exigir el juicio y castigo a los violadores de ddhh e imponer una Asamblea Constituyente libre y soberana, terminando con la convención a la medida de la derecha y los empresarios. Necesitamos que haya justicia efectiva y discutir cambios estructurales, como la disolución de la policía, ya que su rol es cuidar los intereses de los empresarios reprimiendo a la mayoría del pueblo, la clase trabajadora."
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