Las noticias alrededor del mundo en torno al coronavirus han estado cruzadas por lo que ha significado a nivel mundial esta crisis sanitaria dejando al descubierto el desmantelamiento de la salud pública a nivel internacional, con los colapsos de hospitales, centros asistenciales y redes de salud, tanto en América Latina como en Europa. Pero también el coronavirus vino a acelerar los tiempos de la crisis económica internacional, abierta durante el año 2008, que se logró contener, más no superar.
Esta crisis económica, en el caso chileno y de un gran número de gobiernos a lo largo del mundo, ha sido cargada sobre los hombros de los trabajadores y sectores populares, como ha sido la ley de “protección de empleo” que ha llevado a cientos de miles a ocupar sus ahorros del seguro de cesantía, mientras existen salvatajes millonarios para las empresas de miles de millones de dólares, préstamos blandos con costo $0 de intereses, que no son ocupados precisamente por las pequeñas pymes, recordemos que la propia ley de protección de empleo, fue utilizada por multinacionales como Walmart que poseen los supermercados Líder o los holding como Cencosud, donde Horst Paulmann es dueño y uno de los más millonarios de Chile.
En parte estas medidas y políticas pueden ayudar a explicar esta pregunta: ¿Por qué en medio de plena crisis económica los multimillonarios, se volvieron aún más millonarios?. El caso de los Luksic, es realmente escandaloso quienes estuvieron a poco de duplicar su fortuna prácticamente, pasando de un patrimonio de un poco más de 10 mil millones de dólares a finales de 2019, a casi 19 mil millones de dólares este año 2020.
Piñera no se “quedó atrás”, su empresa con Cecilia Morel, aumentó en un 11% sus ganancias en pandemia, es decir pasó de una fortuna de 2.600 millones de dólares a comienzos de 2020, a 2.900 millones de dólares para finales de este año.
¿Qué hacer con todo ese dinero?
Los multimillonarios, que son los empresarios o capitalistas, siempre buscan el incremento de sus ganancias al costo que sea, su “patrimonio” se basa en la acumulación indiscriminada de recursos, no sólo monetarios, sino que de recursos naturales y humanos. Los primeros tienen que ver con la acumulación, los segundos con el saqueo indiscriminado y los terceros con la explotación de la mano de obra que solo se le paga un salario con el cual poder sobrevivir. Este enriquecimiento de unos (muy) pocos, versus la precarización y la pobreza de la gran mayoría del pueblo trabajador, que ya lleva casi 2 millones de cesantes en todo el país, sumido en deudas y la incertidumbre, abre la pregunta en que se pueden utilizar esas gigantes fortunas.
Ya no puede seguir ocurriendo que mientras millones quedan en la pobreza haya un ínfimo grupo de empresarios que se hagan aún mas millonarios con nuestra miseria. Son ellos quienes controlan a los gobiernos y Estados para asegurar condiciones óptimas para la explotación a la clase trabajadora, quienes ante cada movilización hacen uso de sus fuerzas represivas como Carabineros para terminar con cualquier manifestación o reclamo.
Los desafíos para la juventud y la clase trabajadora que despertó y salió a exigir lo necesario son inmensos, pero ya hemos demostrado nuestra fuerza. Solo queda proponerse tomarse el cielo por asalto y conquistar lo imposible para que seamos los miles de millones de personas que hacemos mover el mundo, quienes disfrutemos el fruto de nuestro trabajo y no un puñado de multimillonarios. Esta perspectiva, va de la mano con expropiar a los saqueadores de nuestros recursos, los explotadores de nuestras vidas y nuestro tiempo, en Chile plata hay, sus fortunas lo demuestran, esa plata que debería ser para garantizar derechos básicos, como salud, educación y pensiones hoy se quedan en manos de estos empresarios. |