Más de 225 ingenieros de Google y otros trabajadores formaron un sindicato, luego de varios años de lucha dentro de una de las empresas más grandes del mundo, sentando un importante precedente para la organización de sindicatos en Silicon Valley, una ciudad antisindical por excelencia. Si bien el número es pequeño en relación a los más de 200,000 trabajadores en todo el mundo del gigante tecnológico, el número está creciendo.
La creación del sindicato es la punta de lanza para la creación de organizaciones de trabajadores en la industria tecnológica que en Estados Unidos tiene fuertes vínculos con la globalización. Durante mucho tiempo la empresa ha puesto enormes obstáculos para que se organicen los trabajadores. La mayoría son de cuello blanco, o sea altamente calificados, bien remunerados y ubicados en un lugar clave del capitalismo norteamericano. La fundación del sindicato es producto además de las crecientes demandas de los trabajadores de Google sobre políticas salariales, acoso sexual y ética empresarial, y es probable que aumenten las tensiones con las patronales.
El nuevo sindicato, llamado Alphabet Workers Union se venía organizando en secreto durante la mayor parte del año. El sindicato está afiliado al Communications Workers of America, una federación sindical que representa a los trabajadores de las telecomunicaciones y de medios de comunicación en los Estados Unidos y Canadá.
Es destacable que no hacen diferencia entre los contratistas y efectivos dentro de la empresa, sino que su perspectiva es organizar al conjunto de los trabajadores de Google. El nuevo sindicato, que está afiliado a CWA Local 1440, estará abierto a los 120.000 trabajadores de las empresas Alphabet, incluidos los trabajadores temporales, los proveedores y los contratistas, conocidos como "TVC", que constituyen la mitad de la fuerza laboral de Google, pero no se les paga los mismos beneficios y derechos que al resto trabajadores de Google. Los miembros que firmen tarjetas sindicales pagarán el uno por ciento de su compensación total como cuotas que se destinarán a las operaciones sindicales diarias y al personal de organización para expandir el sindicato.
Pero a diferencia de un sindicato tradicional, que exige que un empleador se siente en la mesa de negociaciones para acordar un convenio, el Alphabet Workers Union es un llamado sindicato pequeño que representa una fracción de los más de 260.000 trabajadores y contratistas de tiempo completo de la compañía. Los trabajadores dijeron que era principalmente un esfuerzo por darle estructura y sustentabilidad al activismo en Google.
El nuevo sindicato es la señal más clara de que el activismo entre los trabajadores se ha extendido por Silicon Valley en los últimos años. Mientras que los ingenieros de software y otros trabajadores tecnológicos no pudieron levantar la voz en el pasado sobre cuestiones sociales y políticas, los empleados de Amazon, Salesforce, Pinterest y otros se han vuelto más fuertes en asuntos como la diversidad, la discriminación salarial y el acoso sexual.
En ninguna empresa de tecnología la voz de los trabajadores ha sido más fuerte que en Google. En 2018, más de 20.000 empleados realizaron una huelgas para protestar por cómo la empresa maneja el acoso sexual. Otros se han opuesto a decisiones comerciales que consideraban poco éticas, como desarrollar inteligencia artificial para el Departamento de Defensa y proporcionar tecnología a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU.. En 2018, por ejemplo, más de 4.000 trabajadores se opusieron al contrato de drones "Project Maven" de Google con el Departamento de Defensa, incluidos al menos 12 que dimitieron. Google finalmente decidió no renovar el contrato.
Google históricamente ha sido agresivo con la resistencia organizada de los trabajadores. En 2019, la compañía contrató a la empresa consultara IRI Consultants que brinda servicios de asesoramiento antisindical. Ese mismo año, despidió a varios trabajadores tecnológicos destacados por ser organizadores internos.
La Junta Nacional de Relaciones Laborales determinó recientemente que varios de los despidos de 2019 fueron represalias ilegales contra los esfuerzos de la organización de los trabajadores protegida legalmente y alegó que Google tiene un historial de "interferir, restringir y coaccionar a los empleados" contra la actividad organizativa.
La estructura también le da al sindicato la libertad de incluir a los contratistas de Google, que superan en número a los trabajadores a tiempo completo y que serían excluidos de un sindicato tradicional corporativo, lo cual es una novedad. Algunos trabajadores de Google han considerado establecer un sindicato minoritario o solidario durante varios años, y los conductores de transporte privado han formado grupos similares.
"Esto es histórico: el primer sindicato en una importante empresa de tecnología por y para todos los trabajadores de la tecnología", dijo Dylan Baker, un ingeniero de software de Google, en un comunicado a la prensa. "Elegiremos representantes, tomaremos decisiones democráticamente, pagaremos cuotas y contrataremos organizadores capacitados para asegurarnos de que todos los trabajadores de Google sepan que pueden trabajar con nosotros si realmente quieren que su empresa refleje sus valores".
Este es un nuevo paso para la organización de la clase obrera en Estados Unidos.
Con información de New York Times. |