En La Cañada Real. Allí llevan 3 meses sin luz, ni calefacción. Miles de niños se hielan de frío, le salen sabañones, temen ponerse más ropa porque hay tanta humedad que les da aún más frío.

¿Responsables? La empresa Naturgy, que mientras va a recibir cantidades millonarias de los fondos europeos, que se suman a sus ganancias millonarias, corta la luz a estas familias.

¿Responsables? El gobierno de la comunidad, que mira a otro lado y además criminaliza a las familias para justificar su abandono. Como única salida les ofrece trasladarles a una antigua fábrica, pero no necesitan que les trasladen a un almacén, sino tener luz en su casa!

¿Responsables? El gobierno del PSOE y UP, que mira a otro lado… Darles luz a esas familias, asegurarse de que todas podamos tener una casa caliente para no ponernos enfermos y helarnos en medio de esta ola de frío, ¿no es no es una situación de emergencia que justificaría una política social de urgencia? Para este gobierno parece que no, primero van las ganancias de las grandes empresas, aunque pasen por encima de los sectores más humildes de la clase trabajadora. Y, además, toleran una subida enorme del precio de la luz.

“Disparar la factura de la luz un día como hoy solo demuestra la codicia de las eléctricas. Si el Gobierno lo consiente, será cómplice”. No lo digo yo, lo dijo Pablo Iglesias hace 3 años. Y afirmaciones similares hacían Garzón, o Irene Montero, criticando la subida de la luz durante una ola de frío.

Ahora están en el gobierno y el precio de la luz sube un 27% en un contexto de crisis socioeconómica marcada por la pandemia, mientras, sentados en sus ministerios, no hacen nada, absolutamente nada por evitarlo.

Como dicen las familias de la cañada, estamos hartos de sobrevivir, queremos vivir.
Por eso tenemos que exigir vivienda digna para todos, luz para todos, regularización de las personas migrantes, subsidios de emergencia para todos los que se han quedado sin ingresos en esta crisis, nacionalización de las eléctricas que mercadean con nuestra vida bajo control de las y los trabajadores. Pongamos nuestra vida por delante.