Érika, de 10 años de edad, acompañó este jueves al mediodía a su prima al banco en la localidad cuando fue detenida arbitrariamente por el jefe de la seccional de ese lugar porque olvidó ponerse el tapabocas.
La nena fue llevada por el jefe de la seccional local, Adrián Argañaraz, quien la increpó por la falta de barbijo. Minutos después, una policía mujer la condujo a la comisaría, donde permaneció alrededor de 50 minutos, hasta que su mamá fue a retirarla.
“10 años tiene mi niña, traumada de por vida, firmando su libertad. Ni los oficiales que se encontraban ahí podían creer lo que hacía el jefe, nadie sabía como proceder, nos quería hacer firmar mentiras que él mismo inventaba y con amenazas quiso detener a mi esposo”, escribió Evangelina Luque, mamá de Erika, en un posteo en las redes sociales.
Recordamos que, en el marco de la creciente ola de contagios, el presidente pide públicamente responsabilidad individual y control. Días atrás hizo hincapié en la responsabilidad de la juventud . Señaló, “los jóvenes no advierten el riesgo que se está viviendo y que necesariamente deben advertirlo; deben entender que son vectores de transmisión del contagio".
De ese modo el gobierno nacional no solo desliga la responsabilidad del Estado en el manejo de la pandemia sino que no anuncia las medidas sanitarias y económicas necesarias para encarar la situación actual.
El control que el presidente aduce, se expresa en policías con más poder e impunidad para hacer cosas como estas. Las medidas de confinamiento son sostenidas por las fuerzas represivas (según la Correpi 411 personas fueron asesinadas por el Estado en 2020, de los cuales 40 % tenía menos de 25 años) y el miedo.
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