La oferta, realizada por Chile Vamos al grupo de extrema derecha surge a partir de la idea del propio Sebastián Piñera de buscar la unidad de los bloques de derecha, en un intento por reunir en la misma lista a los representantes del rechazo y así poder ser más fuertes ante el método D´Hondt que regula la elección de candidaturas constituyentes, en tanto se privilegia los pactos y listas.
Dentro de la carta, Kast habla de la importancia de esta elección, luego de que meses estuviera en contra del proceso constituyente y que posteriormente hiciese campaña por el rechazo.
"Para nosotros, la elección de los convencionales constituyentes es una de las elecciones más importantes de los últimos años en Chile y quienes sean elegidos, tendrán la difícil tarea de estructurar los acuerdos y entendimientos que nos permitan redactar una Constitución que nos gobierne por, al menos, los próximos 40 años", dice la carta. De esta manera, la derecha clara de lo que se juega, mantener sus privilegios por otros 40 años, buscan la unidad para garantizar cupos en defensa del sistema que por más de 30 años ha profundizado la desigualdad en Chile. La unidad de la derecha para defender el modelo económico capitalista y neoliberal.
Si bien la carta debe ser aún respondida por las definiciones que tomen el jueves los consejos generales de Renovación Nacional y Evópoli, la unidad de la derecha le permitiría al partido más conservador y defensor de la dictadura, al partido republicano, poder optar a 13 candidaturas: Myrta Dubost y Jorge Muñoz (Distrito 2); Antonio Barchiesi y María de los Ángeles López (Distrito 6); Matías Poblete y Luis Alejandro Silva (Distrito 13); Cristóbal Orrego (Distrito 14); Sergio Correa (Distrito 17); Juan Ariztía y Denisse Mewes (Distrito 18); Pablo Errázuriz (Distrito 24); Marisol Bañares (Distrito 25); y Andrea Iñiguez en un distrito a definir aún en la Región Metropolitana.
Avanza con esto la unidad de la derecha de cara al proceso constituyente mientras, en la otra vereda, independientes de izquierda luchan para poder optar a ser candidatos en un sistema que le pone todas las trabas y que está construido para los grandes y viejos partidos de los 30 años. Este proceso constituyente, hecho a la medida de la política y modelo que la revuelta quizo eliminar, llevará a que la derecha tenga más probabilidades de optar a constituyentes que los independientes que logran juntar las firmas y solicitudes que se les imponen.
Por eso, hacerle frente a la derecha no debe ser sólo mediante las elecciones y el voto, sino sobre todo con organización, ya que nuestros derechos hoy, como el derecho al trabajo o a una vida digna deben imponerse por sobre los privilegios de los empresarios dueños del país que tuvieron la desfachatez de aumentar sus fortunas en medio de la pandemia, y esto sólo se podrá lograr con la movilización y el paro nacional, como lo demostró la fuerza que desplegó la clase trabajadora y el pueblo en el histórico paro del 12 de noviembre de 2019. |
