“La solución es la mejor posible. El gobierno venezolano no lo había negado, solo no había respondido. Yo estaba trabajando con las autoridades diplomáticas y estoy feliz de que el esfuerzo del silencio haya logrado una solución que es buena para todos”, declaró Wagner a los periodistas en Brasilia. Según el ministro, el gobierno venezolano garantizará la circulación de la comitiva brasilera y el encuentro con los familiares de los presos pero no permitirá la visita a los políticos presos. “Ellos (las autoridades venezolanas) no autorizarán la visita, como no autorizaron la de otras autoridades. Pero desde el punto de vista de la llegada de los senadores a Caracas y de la conversación con los familiares, todo está garantizado”, afirmó.
Wagner, que siempre negó que el gobierno venezolano hubiese impedido el aterrizaje del avión militar brasilero, comunicó la decisión al presidente del Senado, Renan Calheiros (PMDB), que expresó su “alivio” por la situación. “Estaba preocupado. ¿Se imaginan si los senadores van en una aeronave privada y ese avión es derribado?”, comentó.
Por su parte, Aécio Neves (PSBD) afirmó que la decisión del gobierno venezolano fue “acertada” y calificó como “extremadamente correcta” la postura del ministro de Defensa. “Brasil recibió la semana pasada al presidente de la Asamblea venezolana, que también vino en un avión oficial y ahora nosotros vamos a pedido de la oposición venezolana, pero de forma oficial, en una aeronave oficial”, destacó Aécio Neves.
El viernes pasado, Brasil solicitó a las autoridades venezolanas permiso para que un avión de la Fuerza Aérea Brasilera (FAB) llevase al grupo de senadores al país y la demora de la respuesta fue interpretada por los legisladores opositores como un rechazo.
Visitas tucanas en apoyo a la oposición de derecha
Esta visita liderada por Aécio Neves se da en medio de importantes conflictos entre el gobierno chavista de Nicolás Maduro y la oposición de derecha encabezada por Leopoldo López, preso por el régimen en vista de las manifestaciones de la oposición en Tarija y otras regiones venezolanas.
Envalentonado por las recientes amenazas de Obama contra Maduro (llegando a considerar al régimen venezolano como un “peligro para la seguridad nacional” de los Estados Unidos, antes de retirar esa amenaza en la Cúpula de las Américas), los representantes de la derecha neoliberal brasilera tratan de sacar provecho de la crisis económica que asola Venezuela y de la creciente impopularidad de un gobierno que agrava la situación de los trabajadores con ataques a sus derechos laborales, devaluaciones monetarias (herencia del propio Chávez) y represión a los luchadores sociales.
Las medidas anti-obreras y antidemocráticas del vulnerable régimen venezolano, en crisis desde la muerte de Chávez, allana el camino a alianzas entre la derecha nativa y de América Latina. El PSDB, que ve la orientación del gobierno Dilma en pactar acuerdos con las potencias imperialistas como Estados Unidos y estrechar relaciones diplomáticas y comerciales con China y el Estado Español, busca establecer conexiones con fuerzas políticas extranjeras.
Obviamente, si la crisis del chavismo en Venezuela pone a las claras las contradicciones sociales de un régimen nacionalista burgués altamente ligado al empresariado local, liderado por Maduro, nada bueno puede esperarse de los consejos tucanos a la derecha venezolana. | 
