El primer accidente mortal laboral de registrado en 2021 ocurrió en Euskadi el 11 de enero a las 10 a.m., cuando un operario de 36 años trabajaba en una torre de alta tensión colocando chapas antiescalo junto a otros cuatro compañeros. El trabajador se encontraba dentro de la estructura de la torre y, por razones que se desconocen, se salió de la estructura y se cayó desde una altura de tres metros y medio.
El joven trabajaba para Sistem Melesur Energía, que estaba haciendo labores subcontratadas para Iberdrola en el mantenimiento de dicha línea de alta tensión. El sindicatos UGT ha pedido a Inspección de Trabajo la exhaustiva investigación del accidente mortal y denuncia que la causa de la precariedad de las condiciones de trabajo de los operarios son las cadenas de subcontratación de las empresas. Sin embargo, este sindicato no convence a los trabajadores. Al mismo tiempo que hace esta denuncia, respalda muchas de las medidas que han llevado a que esa siuación de precariedad que en los peores casos se traduce en mortalidad, sea el día a día de muchos trabajadores.
Días mas tarde, en la AP-7, en el término municipal de Cartagena, fallecía otro trabajador de 39 años al ser atropellado por un conductor mientras realizaba tareas de mantenimiento de carreteras. Este hecho ocurre en el mismo municipio donde días antes otro trabajador resultó gravemente herido al caer de una altura de seis metros mientras hacia tareas de retirada de las luces de navidad.
Estos accidentes rara vez son noticia, y mucho menos señalando a las empresas siendo en numerosas ocasiones el causante principal del accidente al no dotar a los trabajadores de medidas de seguridad.
Cada día vemos como muchos trabajadores y trabajadoras se ven obligadas a realizar tareas sin los EPIs necesarios y sin condiciones aptas de salubridad, siendo obligadas a permanecer en sus puestos de trabajo con dificultades para volver a sus domicilios en situaciones adversas como la vivida en Madrid y otras ciudades en las últimas semanas o teniendo que trabajar en sus vehículos con gran riesgo de accidente cuando aún siguen muchas calles con hielo en el asfalto y hay riesgo de desprendimiento de nieve.
Tanto el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos como las burocracias sindicales de UGT y CCOO son cómplices del terrorismo patronal que sufrimos los trabajadores y trabajadoras por parte de las empresas, representadas por CEOE y CEPYME, estableciendo con estas un dialogo trucado con derecho a veto y alargando las negociaciones mientras no derogan las reformas laborales ni se puede garantizar unas condiciones sanitarias adecuadas ni en el trabajo ni en el transporte público. |