2020 termina como empezó la crisis del Covid: empresarios, Gobierno y burócratas sindicales permitiendo una sangría de trabajadores y trabajadoras en paro. Los datos publicados por la encuesta elaborada por Adeco confirman que del total de trabajadores y trabajadoras que perdieron su puesto de trabajo, el 70% pertenecían al comercio y la hostelería, lo que supone una caída interanual de un 8,3% para este sector, ni más ni menos que 496.100 empleos.
Tras estas ramas más afectadas por la crisis, el otro sector más afectado con pérdida de puestos de trabajo ha sido servicios culturales (teatro, cine, danza, exposiciones...) con un descenso de un 6,1% interanual. Por la contra, otros sectores han incrementado su ocupación a lo largo de estos meses. En concreto, el de finanzas y seguros con un 4,4%, agua y energía un 2,7% y el mayor número de nuevos empleos corresponde al sector de las administraciones públicas y servicios sociales con un 1,9% (84.200 nuevos empleos).
Otro dato de la encuesta -que confirman lo evidente- es que, de las dos categorías analizadas, asalariados y no asalariados (empleadores y autónomos), la casi totalidad de los puestos de trabajo destruidos en los últimos doce meses, es decir un 97,8% corresponden a la primera. El número de asalariados ha descendido en más de 682.000 personas al mismo tiempo que el de no asalariados (empleadores y autónomos) ha disminuido en apenas un 0,5%, unas 14.400 personas.
Es necesario que un plan de lucha y movilizaciones
Quienes seguimos pagando la crisis somos la clase trabajadora, las mujeres y la juventud precarizada. Desempleo masivo, ERTEs, despidos, rebajas salariales, desahucios, aumentos (y cortes) de la luz, restricciones, confinamientos de clase (como fue en el caso de Madrid).
Antes esta dramática situación los sindicatos llamados mayoritarios no han movido un dedo. Ahora amagan con llamar a movilizaciones por el SMI y contra el ataque a las pensiones que prepara el Gobierno del PSOE y UP, pero se niegan a luchar por eliminar íntegramente las reformas laborales del PSOE y del PP y están dando respiro a las empresarios para despedir y hacer ajustes de plantilla, como demuestran los datos y que el 69% de los convenios aun no hayan sido firmados.
Hay que imponerles a estos burócratas acomodados un plan de lucha desde abajo, sector por sector, que permita plantar cara contra los sueldos de miseria y la precariedad laboral. La izquierda sindical tiene que romper la pasividad y el sectarismo poniéndose a la cabeza de esta exigencia y de la organización de este plan de lucha.
El Gobierno de coalición del PSOE, Podemos e IU-PCE, con el apoyo de las burocracias sindicales, sigue garantizando enormes ganancias a los capitalistas del IBEX 35. Los que más ganan siguen ganando cada vez más, mientras dejan a cientos de miles de familias sin trabajo.
Para revertir esta situación es necesario tomar medidas urgentes, que afecten las ganancias de los capitalistas: derogación de las reformas laborales del PP y del PSOE; prohibición de los despidos y ocupación de toda empresa que cierre o despida; nacionalización de los sectores estratégicos bajo control de los trabajadores y usuarios; el aumento del SMI, como mínimo a 1500 euros; reparto de las horas de trabajo sin reducción salarial; incremento de la inversión pública en al menos un 10% del PIB y puesta en marcha de un programa masivo de creación de empleo público; elevación de los impuestos para las grandes fortunas y capitales para sufragar toda esa inversión, entre otras medidas de emergencia. Nuestras vidas valen más que sus beneficios. |