Las veinticuatro familias que estamos viviendo en el predio del Barrio Tierra Viva buscamos llegar a un acuerdo con el municipio y con el intendente Bruno Pogliano desde el día 18 de diciembre del 2020, fecha en que la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria), sitió el lugar y no permite ingresar ni salir a los vecinos. Todos los días llamamos por teléfono, las pocas veces que nos atienden nos postergan, nos dicen que van a enviar a alguien en representación del municipio a conocer el barrio y a ver las condiciones en que vivimos, pero hasta el día de la fecha nadie ha venido. El intendente aceptó nuestra invitación al barrio el día 28 de diciembre y todavía lo estamos esperando.
En el barrio vivimos como podemos, hemos construido nuestras casas con lo que conseguimos. Lo que más nos cuesta es el agua, pero logramos organizarnos para que nos traigan bidones llenos todos los días. Tenemos que racionarla para beber, cocinar, higienizarnos, regar las huertas y dar a los animales.
La policía pasa todos los días, se mete en nuestras casas para corroborar si estamos ahí y nos hacen un relevamiento varias veces al día. Los últimos días estuvieron pasando efectivos por las casas y dieron diferentes discursos a cada familia. A dos se les informó que debían retirarse porque sus nombres no figuraban en la lista que ellos tienen. Cuando nos comunicamos con la secretaria de la fiscal, nos dijo que la lista que habíamos presentado antes del inicio de la feria judicial seguía siendo la misma. Corroboramos así que la policía opera mintiendo a los vecinos para generar estrés y tensión entre nosotros, como si fuera poco estar viviendo en estas condiciones.
Para salir a trabajar, conseguir víveres o buscar atención médica tenemos que escabullirnos para salir a escondidas. Varias veces la PSA nos ha incitado a firmar un papel sin explicarnos bien de que se trataba, abusándose de nuestro estado. Vivimos expuestos a constantes requisas en las que hemos sufrido muchas pérdidas materiales de herramientas para construir que nos ha costado muchísimo dinero y trabajo conseguir, no tenemos como defendernos de eso. Durante el mes de diciembre también hemos sufrido episodios de violencia psicológica y hostigamiento por parte de la PSA.
También es parte de nuestra cotidianeidad que ellos pasen impunemente por nuestras casas a romper o llevarse cosas mientras si no estamos en ellas, así como también que intenten manipularnos cuando nos encontramos con ellos.
El intendente, por su parte, no ha respondido a ninguno de nuestros llamados a dialogar; basándonos en sus dichos públicos, no tiene intención de llegar a un acuerdo con nosotros. Sólo habla del desalojo postergado del día 28 de diciembre del 2020 al 24 de febrero de 2021; el motivo que expresa es la falta de personal municipal debido a la situación de la pandemia. Sin embargo, nos resulta sospechoso que las fechas coincidan casualmente con el inicio de la temporada turística y su cierre.
Queremos destacar que si el día 24 de febrero se cumple el desalojo, las familias del Barrio seguimos sin tener una solución al problema habitacional. Nunca recibimos una respuesta que nos indique adónde vamos a ir a vivir. Tampoco contamos con condiciones de sanidad dignas, que hemos reclamado en reiteradas ocasiones, para cumplir con los cuidados de higiene básicos, especialmente en este contexto de pandemia. Nuestro pedido desde el principio es tierra para vivir.
En este pueblo son muy pocos los que se enriquecen con el turismo y demasiados los que quedamos sin trabajo ni techo luego de las temporadas de verano. Exigimos una respuesta seria a nuestro pedido. Las autoridades responsables nos ignoran, pero el problema va a seguir existiendo y es necesario que lo expresemos y lo hagamos saber.
Familias del Barrio Tierra Viva, El Bolsón, Rio Negro. |