Mientras decenas de países en el mundo ya empezaron sus propias campañas de vacunación contra el Covid19, el gobierno uruguayo todavía a finales de enero no da una respuesta seria sobre el tema. Como si fuera una tomada de pelo, voceros del gobierno se turnan día por día para salir a anunciar un supuestamente próximo éxito en las negociaciones por la vacuna, intentando presentar como un triunfo del gobierno algo que tuvo que haber resuelto hace meses.
Mientras la curva de contagios y muertes diarias sigue su ritmo ¿Cuántas muertes y padecimientos sociales apostó el gobierno por su inoperancia y desidia? Y el tema no solo se reduce a la gestión por las vacunas, las carencias materiales de todo tipo denunciadas por los trabajadores en distintos centros hospitalarios, la muerte de un paciente por falta de atención en el Hospital de Artigas por “falta de preparación” sin consecuencias para el presidente de ASSE Leonardo Cipriani, la arbitraria política de test, son solo una muestra del “interés” que muestra el gobierno por la salud de la población, que por si no quedaba claro basta constatar su política de ajuste fiscal en detrimento de la salud y la educación.
Frivolidad y cinismo
En una muestra de frivolidad insultante hacia el pueblo uruguayo el intendente del Departamento de Durazno, Carmelo Vidalín. Transmitió su fe en la proximidad del “éxito” en la gestión por las vacunas luego de reunirse con el presidente Lacalle Pou, declarando que: “…nos vamos optimistas porque claro que todos le preguntamos ’presidente cuándo está la vacuna’. Yo soy de los que trabajan en la teoría de la Gestalt y también un poco conductista. Lo vi en sus ojos, lo vi en sus gestos, optimista y, como lo sé un hombre de trabajo realmente comprometido, tengo la certeza de que la vamos a tener antes de lo que nosotros estamos esperando"
El cinismo no tiene fin, y parece que no pararán con su campaña hasta conseguir algo para mostrar tarde y mal. Para presentarlo como un “éxito” de gestión, por encima de las decenas de muertos, centenares de hospitalizados y los cientos de miles sumergidos en penurias sociales como consecuencia de la pandemia y la desidia del propio gobierno.
A confesión de parte...
La improvisación con el tema de las vacunas tiene un origen claro y ahora confeso por las declaraciones del escudero de Lacalle Pou en el Senado. En un primer momento apostaron por las vacunas de la OMS que serían más baratas pero con fecha incierta de llegada al Uruguay, en correspondencia con la política de austeridad fiscal que pregonan. Austeridad por supuesto arbitraria y en detrimento de la salud y la educación, en contraste con los millones de dólares gastados en favor de juguetes para los militares por ejemplo.
El escudero de Lacalle, el senador Da Silva confesó durante la jornada de hoy que “Pudimos tener algún delay, que es en haber confiado en la OMS para acceder a la vacuna. Es algo que no funcionó, en ninguna parte del mundo. La realidad marcó una carrera por las vacunas que desarrollaron todos los países. Hay que ser realista y confiar en la inteligencia del gobierno”
El “delay” de Da Silva es la confesión del cambio de estrategia, al no poder tapar ya el desborde y descontrol sobre el curso de la pandemia para su propio gobierno en los últimos meses. Para “ahorrarse” unos dólares, en perjuicio de la población, la estrategia era cruzarse de brazos y surfear la opinión pública mientras el avance de la pandemia no se haga evidente. El “delay” de Da Silva es el muro de la realidad que les impone salir a “colarse entre los primeros” tarde y mal para volver a llenar el ojo y tratar de salir impunes de su propia negligencia. |