Lo dio a conocer la Unión Vegana Argentina, que con Liz Solari fue parte del encuentro con el presidente en noviembre pasado, cuando le llevaron medio millón de firmas contra el acuerdo porcino con China. ¿Alcanza con Lunes sin Carne?
Del mismo modo en que se supo del encuentro del 25 de noviembre en Casa Rosada entre Liz Solari y Manuel Martí de la Unión Vegana Argentina, ahora fue esta misma organización la que dio a conocer que Paul McCartney envió una carta al presidente Alberto Fernández para pedirle que instaure los Lunes sin Carne, una campaña internacional fundada en 2009 por el músico y sus hijas Stella y Mary. Aunque el contenido de la carta no se conoce, en sus redes sociales la UVA se refirió a su “esencia”.
Todo surgió a partir de una broma de Fernández a sus comensales, que habían ido a llevarle una caja con medio millón de firmas contra el acuerdo porcino con China que su Gobierno insiste en pactar pese a las movilizaciones y el amplio repudio contra un megaproyecto que entraña riesgos sanitarios, ambientales y socioeconómicos. “Si me lo traés a Paul McCartney y me toca ‘Blackbird’ en el despacho, yo no como más carne”, relató el presidente en una conversación telefónica con Ernesto Tenembaum a propósito del encuentro, que despertó polémica y suspicacias porque se lo vio sosteniendo una caja donde se leía claramente No al acuerdo porcino con China.
El referente de la UVA le había comentado a Fernández sobre el activismo vegano del exbeatle. En su página web, la campaña Meat Free Monday destaca entre sus propósitos el alentar a las personas “a ayudar a frenar el cambio climático, conservar los preciosos recursos naturales y mejorar su salud al tener al menos un día a base de plantas cada semana”.
“El mail comienza haciendo referencia a que sus amigos de Lunes Sin Carne Argentina le habían comentado el interés que él había mostrado sobre Meat Free Monday en la reunión en la que Liz Solari y Manuel Martí, en representación de cientos de ONG, le entregaron más de medio millón de firmas en contra de la instalación de 25 megafactorías de cerdos”, publican en redes de la organización vegana sin mencionar cuáles serían esos cientos de ONG. La UVA fue la encargada de hacer las gestiones como nexo entre Fernández y McCartney.
Siempre de acuerdo a lo expresado por la UVA, McCartney le contó al presidente los antecedentes de los Lunes sin Carne, campaña presente en cuarenta países (incluida la Argentina) y señaló el impacto de la ganadería en la emisión de gases de efecto invernadero que, al acumularse en exceso en la atmósfera, potencian la crisis climática. También mencionó el vínculo de la industrialización animal y la pandemia que hoy azota al mundo.
En Reino Unido, Estados Unidos, Brasil, Canadá, Australia, Bélgica, Israel, Holanda, España, Suecia, Taiwán, Dinamarca, Francia, Alemania, Japón, Kuwait, Malasia, Argentina, Hong Kong, Nueva Zelanda y Noruega, dice el comunicado, se firmaron resoluciones que establecieron el Lunes sin Carne en escuelas y dependencias públicas. McCartney se habría valido de estos ejemplos para intentar convencer al presidente de que adhiera a iniciativas de alimentación basada en plantas y las implemente en escuelas, oficinas de Gobierno y otras instituciones públicas.
McCartney habría ofrecido a Fernández hacerle llegar más información sobre los alcances de la campaña, sus beneficios y hasta sugirió darle apoyo. Desde la UVA esperan que el presidente acceda y resuelva implementar los Lunes sin Carne en el país. Ni el presidente ni el músico se han pronunciado públicamente al respecto.
Según especialistas, ante la crisis climática y ecológica global una dieta basada mayoritariamente en carne no es sostenible a mediano plazo. El ganado rumiante genera emisiones de metano, un gas de efecto invernadero incluso peor que el dióxido de carbono. Según el Global Carbon Project, en la década de 2008-2017 las emisiones globales de metano fueron 576 tg [1] por año. Con ese diagnóstico, para mitigar el impacto de la emergencia climática, que se sentirá con más fuerza sobre los que menos tienen, no es descabellada una transición a un sistema de alimentación basado en mayor medida en plantas.
Sin embargo, el acuerdo porcino con China sigue viento en popa, ahora con nuevos aires a partir de la asunción de Sabino Vaca Narvaja como embajador en el país asiático tras el escandaloso paso de Luis María Kreckler. En 2020 el único freno al megaplan para instalar decenas de granjas industriales de cerdos provino de la calle y dio origen a la Coordinadora Basta de Falsas Soluciones, integrada por organizaciones diversas de todo el país. Aunque la Unión Vegana Argentina forme parte, la visita al despacho presidencial no surgió de este agrupamiento plurinacional y fue iniciativa de este sector junto a Liz Solari.
El rechazo masivo al memorándum con China no fue un simple reclamo vegano, como quiso imponer el presidente en su lectura del encuentro. Mientras siga ese modelo insostenible de industrialización animal, cuyos efectos sanitarios, sociales y ambientales han sido enumerados por diversos especialistas (en Argentina se han compilado todas las objeciones en un libro publicado por Maristella Svampa, Enrique Viale, Guillermo Folguera, Soledad Barruti y otros), los Lunes sin Carne seguirán siendo una buena iniciativa, aunque limitada a la hora de pensar una transición hacia una producción de alimentos sobre bases agroecológicas y con impulso de comunidades campesinas, indígenas, trabajadores rurales, obreros de la alimentación y especialistas.