José Omero Álvarez, de 78 años, luchaba contra un cáncer y necesitaba que llegara rápidamente un stent para que puedan operarlo. Leonardo Álvarez, su nieto, estaba a su cuidado y había hecho un pedido desesperado para que por favor solucionaran este problema.
Desde el PAMI, reconocieron la demora en la llegada del stent y encima, se sumó que al llegar el pedido, no era el correcto y tuvieron que cancelar la compra.
El abuelo, jubilado de YCRT de la localidad de 28 de Noviembre, esperaba hacía tres meses el stent. "La primera vez surgió un inconveniente porque el PAMI compró uno que no era y con todo ese tiempo del trámite burocrático había pasado un mes y medio", denunció su nieto en declaraciones a Radio Nuevo Día .
"Hubo que realizar otra vez todo el papeleo y recién el martes se pudo realizar el nuevo pedido". Leonardo contó que hasta evaluaron con su familia comprar el stent ellos mismos.
Desde las oficinas del PAMI le comunicaron que hubo demoras en la compra, pero que cuando lo hicieron no era el correcto, por eso se demoró el trámite burocrático “y debieron cancelar esa compra”. Finalmente el abuelo murió este viernes por la madrugada, indicó La Opinión Austral.
La historia de esta familia es una de las tantas que tuvieron lugar durante la pandemia, que dejaron en evidencia todas las falencias del sistema de salud que derivaron en muertes evitables, increíbles perjuicios sobre las personas, sufrimientos y maltratos a pacientes y familiares. |