En la conferencia matutina de hoy, a cargo de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se presentó el informe mensual sobre la situación de la violencia contra las mujeres en México y las acciones del gobierno para combatirla.
Como parte del tema, Sánchez Cordero afirmó que los logros alcanzados “desde luego se los debemos a las feministas que durante siglos, durante décadas, han estado luchando, y continúan luchando contra la violencia, y por la igualdad y la no discriminación".
A continuación, aseveró que “muchos de estos gobierno se han sumado a esta lucha y la cuarta transformación es parte de ellos”. Aprovechó ese momento para enviarle un saludo al presidente y desearle pronto recuperación, para afirmar después que “la cuarta transformación es una transformación feminista”.
Extraña “transformación feminista” encabezada por un presidente antiaborto, posición compartida por la secretaria Sánchez Cordero; o en la que, por ejemplo, otra de sus principales representantes, Claudia Sheinbaum, reprimió con la policía, durante horas, la manifestación del 28 de septiembre pasado en la CDMX por la legalización del aborto, justificándose en la protección de la derecha más rancia que se encontraba en plantón en el zócalo.
Pero la careta feminista es difícil de sostener. Naturalmente, las preguntas respecto al derecho al aborto en México no se hicieron esperar. En respuesta, la titular de la Segob dijo que eso lo decidirán las mujeres y sus representantes en los congresos locales. Respecto a su posición contraria al aborto, tuvo el recato de no plantearla abiertamente, limitándose a decir que ya es conocida pero que desde luego las mujeres son las que decidirán, y agregó que lo más importante es trabajar en la prevención.
Más adelante, cuestionada sobre la consulta sobre el derecho al aborto planteada en su momento por López Obrador, la secretaria afirmó que “no se van a a consultar derechos, se van a establecer tipos penales. Lo que se va a discutir son los tipos penales, la tipología penal, y la criminalización o no de una conducta”, dejando claro que “las mujeres van a decidir, no sobre sus derechos, sino sobre un tipo penal específico”.
El curioso “feminismo” de la 4T se manifestó también en torno al tema de la huelga de Notimex, protagonizada en su mayoría por mujeres trabajadoras que, ante la cerrazón del gobierno y su respaldo a la directora Sanjuana Martínez que viola impunemente el derecho a huelga, se han visto obligadas a sostener plantones a la intemperie, durante ya casi un año, en plena pandemia, en defensa de sus derechos, contra los despidos y las violaciones a su contrato colectivo de trabajo.
Al respecto, un periodista recordó que el presidente había dicho que, apenas se recuperara el vocero Jesús Ramírez, se atendería el conflicto, y preguntó si habría un encuentro con las trabajadoras del sindicato (SutNotimex), así como el gobierno se había encontrado ya con Sanjuana Martínez.
Olga Sánchez preguntó si ya hay un proceso de acercamiento y a continuación la cámara enfocó a Jesús Ramírez, quien estaba respondiendo pero cuyas palabras no se escuchaban porque estaba hablando alejado del micrófono, como si no fuera un tema importante, reflejando la actitud que ha tomado el gobierno hacia esta lucha.
Para rematar, Sánchez Cordero intervino en tono aleccionador diciendo que “siempre hay que escuchar a las dos partes y hay que resolver el conflicto a través de una construcción de acuerdos”. El periodista reviró preguntando que si entonces ya le tocaba el turno de ser escuchadas a las sindicalistas, obteniendo como respuesta un: “Lo que te puedo decir es que podemos ir caminando”. |
