Campeche, es uno de los estados que, en medio de la pandemia, se encuentra en semáforo verde por, según cifras oficiales, contar hasta el momento con “solo” 7,449 casos acumulados positivos y 916 muertos, de acuerdo al reporte técnico 190121 de la Secretaría de Salud de dicho estado.
Es necesario señalar que, estar en “semáforo verde’’ no significa que no existan riesgos de contagio o que en esta región no haya coronavirus, aunque, la propagación del virus, hasta el momento, y según indican oficialmente, estría controlada.
Por ello, es que desde la presidencia y la gobernación de Campeche han montado, de forma inesperada y acelerada, e inconsultamente con el magisterio de ese estado, un operativo de vacunación excepcional a las y los docentes de todos los niveles, permitiéndose romper el plan de vacunación nacional que, según el mismo presidente, se ha definido por sectores de vulnerabilidad y no por sectores que ayuden a reactivar la economía.
Si bien, en sí mismo, el sector educativo no genera ganancias empresariales, es bien sabido que, este sector, es activador de múltiples sectores dentro de la economía, directa e indirectamente, tanto formales como informales, los que se desenvuelven en su amplio entorno. Así como, es un sector clave, para dar vida y motivación al imaginario social de la “vuelta a la normalidad”. Fundamental para los gobernantes, y aun más en épocas electorales tan importantes como la que está transitando México.
Con tal fin, el de volver a la normalidad o ingresar a una “nueva normalidad”, el fin de semana pasado, se comenzó con la vacunación a docentes, pero no sin algunos problemas logísticos y malestar en otros sectores, esperables dado el apuro por iniciar clases presenciales.
Este lunes, el personal del sector salud, médicos de primera línea, enfermeras y personal administrativo, denunciaron que, mientras se han mantenido firmes en la atención de pacientes con o sin Covid, aún una importante parte del personal sigue en espera de la confirmación para ser vacunados.
Según múltiples denuncias de docentes de todas las áreas, pero, principalmente, de educación básica, que fueron los primeros en esta vacunación piloto y en tener el “privilegio” de ser convocados a clínicas específicas, tanto del ISSSTE como del IMSS, las irregularidades fueron muchas, ya que faltó orden, organización y también vacunas -según comentaron a los medios de comunicación y en las redes sociales los propios maestros-, mientras muchos debieron volver al día siguiente y esperar horas para su vacunación, y otros, se quedaron sin vacunarse por este fin de semana. Pero también, este desorden, impidió evitar aglomeración de docentes y ocasionó más de 10 horas de espera en interminables filas bajo el sol cada día; todo esto, contradictoriamente, con el riesgo de contagio que implica concentrar gente en medio de la pandemia.
Ante las molestias provocadas al sector magisterial y los acalorados reclamos de éste, el multifacético dirigente de Morena en ese estado, Manuel Zavala, salió tarde a reconocer un rezago de personas por vacunar y, aunque con fallas numéricas de dicho rezago, se apuró a indicar que “hoy habrá una solución para atender la problemática” y "Todos se van a vacunar, reconocemos que hubo un retraso de 30 personas, que por alguna razón no fueron atendidas.” Y, con muy mal atino y sensibilidad, concluyó “Sin embargo, si ya esperaron toda una pandemia, podrán esperar unos días más".
Un párrafo aparte pero importante de saber, es que, este personaje, no solo es un controvertido líder de Morena en el estado, sino que también, es el regidor del Ayuntamiento de Campeche, puesto por el que cobraba más de 60mil pesos mensuales por cumplir bien sus labores, así como representante suplente ante el IEEC y subcoordinador de los programas federales en ese estado.
¿Qué implicancias puede traer este apuro por clases presenciales?
Precipitar el regreso a clases de manera presencial puede provocar un incremento en los casos de contagio, ya que, no basta con que se vacune a todo el personal que trabaja al servicio de la educación, porque, si bien sabemos, para estar altamente protegidos, se requiere de 2 aplicaciones del medicamento, y aun así la vacuna no es 100 % segura, como lo señalan los propios estudios realizados por las distintas farmacéuticas internacionales y la propia OMS.
Aunado a esto, la vuelta a clases también implica que padres, madres, hermanos, hermanas, abuelos y abuelas, salgan de sus casas a exponerse para llevar y recoger al niño, niña o adolescente a las escuelas y que, probablemente, puedan llevar el virus a sus casas, ya que pueden ser portadores por el uso del transporte público o contacto con portadores pasivos, o sea, se rompe el “quédate en casa” y “evita el contagio y propagación”.
Además, no hay que olvidar que, la nueva cepa del coronavirus ya se encuentra en México, por ahora los casos conocidos son en el norte del país, y es altamente contagiosa para los niños, niñas y adolescentes (NNA) que quedarían desprotegidos al presentarse a sus escuelas.
Las y los trabajadores de la educación que integramos la Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase, rechazamos la vuelta a clases presencial en Campeche, porque no hay condiciones 100% seguras que mantengan a nuestros colegas fuera de peligro.
Además, la prioridad debe ser vacunar a los sectores esenciales, en primer lugar a las y los trabajadores de la salud.
También, opinamos que, deben suspenderse las clases en línea y todos los procesos administrativos inherentes al ciclo escolar, para sustituirlas por clases lúdicas que permitan la contención emotiva con el acompañamiento de especialistas; mientras que, en el terreno académico, podamos aportarle a nuestros estudiantes y a sus familias, en tener una comprensión más clara y científica de esta pandemia que padecemos millones en México y en el mundo.
Consideramos a su vez, que la CNTE, como el principal referente del movimiento democrático del magisterio, debe romper la pasividad que le impone la política de "mesas de negociación" con la 4T y llamar ya a la lucha nacional contra el regreso prematuro a clases.
Esto, sin dejar de lado la exigencia al SNTE de convocar asambleas por escuelas, (podrían ser virtuales), por zonas y estatales, con delegados revocables, para decidir qué condiciones se deben hacer cumplir para un regreso seguro.
Si estás de acuerdo con estas posturas o tienes alguna duda, contáctanos a través de nuestras redes sociales.
* Maestra de secundaria, integrante de la agrupación Nuestra Clase |